sábado, 31 de diciembre de 2011

Te encontré

     Comencé mi búsqueda por el último lugar donde se había cometido el crimen, tenía muy pocas esperanzas de encontrar a Lorin ahí, ya que habían pasado tres días desde ese homicidio. Fue gracias a un tiro de suerte o quizás era por la esperanza de detener a Lorin, pero paso cuando estaba caminando cerca a una tienda de electrodomésticos y en la televisión del mostrador justo salían las noticias, fue cuando el conductor dijo "¡Noticias de ultimo minuto! Un nuevo homicidio se a perpetrado hace unos pocos segundo en..."

Apenas escuché el lugar, salí corriendo hasta ahí. Llegué y por suerte ya la policía y los reporteros ya se estaban retirando del lugar. Ya esta anocheciendo, y aún así el mar era hermoso. La playa, no tenía palabras para describirla, la arena, el mar y la tenue luz del crepúsculo la hacían aún más perfecto.

Traté de buscar a Lorin por toda la playa, grité y grité para que dé la cara pero nada. Todo lo que hacia era inútil, no había rastro de Lorin, era difícil esconderse en un lugar como este. Estaba perdiendo las esperanzas de encontrarla, y fue justo cuando el sol terminó de ocultarse y la luna hizo su aparición junto a una capa de luz resplandeciente. "¿Me buscabas?" fue una voz tan fina pero lo a la vez tan escalofriante, me dejó estupefacto, traté de voltear, pero solo el hecho de saber quién era lo impidió "¿Lorin...?"

Esa sombre era de Lorin, estaba atrás mio, por fin la había encontrado. Repentinamente su sombra cambió en una forma repugnante, era un demonio. "¿porqué... porqué haces esto, Lorin? ¿qué es lo que te pasó?... todo... todo iba tan bien, entonces... ¿porqué tú...?" dije todo lo que tenía dentro, tenia las ganas de encontrarla es verdad, pero no sabia que iba a pasar después, no sabia cuál iba a ser mi reacción o la de ella, no podía saber con exactitud que es lo que iba a suceder.

Deje de dudarlo y volteé, ambos chocamos miradas. Lorin seguía como siempre, su rostro y sonrisa perfecta, no parecía que ella hubiera cometidos tales atrocidades, pero no podía dejarme engañar por la ilusión, no podía dejarme manipular, yo sabía realmente lo que era y sabía de lo que era capaz de hacer. El miedo de recordar aquel día en la casa de El Guardián hizo que retrocediera unos pasos, poniendo a Lorin en alerta.

Muy sigilosamente Lorin movió su brazo, me paso la palma de la mano por y rostro y pronunció "Yo siempre he sido así. Me gusta, no me encanta el olor a sangre. Me gusta escuchar la desesperación y la suplicas del perdón de su patética vida antes de la muerte". No podía imaginar tal barbaridad como, como una niña podía tener tal imaginación, como alguien tan dulce como la Lorin que conocía desde un principio podía terminar así, por que, por que hace esto... "No, tu... tu no... ¡Tu no eres Lorin!".

Lorin no pudo ocultar su cara de sorpresa, realmente era ella o no, había llegado a una gran conclusión. Los golpes de las olas resonaban cada vez mas fuerte en mi cabeza, estaba poco a poco comenzado a sudar y temblar, mi mente no dejaba de mostrarme imágenes e historias, no podía dejar de recopilar más información que me lleven a la verdad. ¿Es qué esta persona es la persona que creo...?

"Parece ser que al fin te has dado cuenta...."

Mi séptimo gran error, ver la amistad antes que la verdad...

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Valor

     Después de lo que había sucedido quede en estado de shock. No podía sacarme de la cabeza la horrible imagen de Lorin arrancándole los ojos a Marco con esas terribles garras que tenía, esas cosas ya no eran sus mismas manos. En toda la recopilación de imágenes llegó una que me intereso, en la que la enfermera me decía: "Lamentento mucho decirte esto, especialmente porque aun eres un niño, pero tengo que ser sincera. No parece que su padre haya sido victima de un atropello, sus lesiones parecen mas una tortura que un atropello. Tiene arañazos en el rostro y otras varias partes del cuerpo, sus huesos del cráneo, brazos, piernas y costillas rotas y lo que es mucho más tenebroso y asqueroso - se acercó un poco más a mi - sus ojos no estaban....". No puede ser, Lorin tu....


Una semana después, luego de todo lo que había sucedido ese fatídico día, Javier, Mary y yo aun no podíamos asimilar lo que había sucedido, no podíamos salir por temor, no podíamos reír y no podíamos ver nuestras manos llenas de la sangre de nuestro compañero y amigo Marco. Los tres decidimos enterrar a Marco en el patio trasero de la casa. No podíamos solicitar ninguna ayuda, ya que ellos deberían de estar en un orfanato y yo con algún familiar, que por lastima quiera quedarse conmigo.


Las noticias del día a día eran mucho peores, cada día había alguna persona fallecida, al parecer por un psicótico que torturaba a sus victimas y luego las asesinaba arrancándole los ojos, según informaba el reportero. Pero yo sabía quien era ese psicótico, no era mayor y no era hombre, era una mujer y lo que lo hace aun más desconcertante es que era solo una niña.


Ya no podía más, sentía que tenía lo culpa de todo. La mirada desdeñada de Marco y las lágrimas derramadas cada noche de Mary me dolían demasiado ya que por mi culpa Lorin estaba con ellos, por mi culpa los otros se fueron y por mi culpa Lorin hizo lo que hizo.


Me arme de valor, tomé mi mochila y guarde lo necesario. Mi deber era solo uno, tratar de detener a Lorin sea como sea. Encontrarla iba a ser difícil, pero tenía una pista, el último asesinato que ella había cometido, ahí era mi lugar de partida, desde ahí debería empezar mi búsqueda. Salí de la casa de El Guardián y como era de esperar Marco y Mary no me retuvieron, me dejaron el camino libre. Podía escuchar el lloriqueo de Mary y aun podía sentir en mi espalda la mirada disgustada de Marco.
Solo una lágrima cayó de mi ojo derecho...


Mi sexto gran error, aceptar todo la culpa...


(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 17 de diciembre de 2011

Revelación

     Seis largos meses de tranquilidad y paz habían pasado. La casa era otra, entre los cinco habíamos reunido la cantidad necesaria para poder arreglar, pintar, decorar y renovar la casa. Todo nos iba muy bien, felizmente no habían disputas ni discusiones entre nosotros, ya eramos una familia.


Trataba, una y otra vez, de que Lorin me explique lo que realmente había sucedido ese día, como es que ella sobrevivió solo con unos pequeños rasguños, luego de que la enfermera me dijera cruelmente que El Guardián había fallecido con graves lesiones y rupturas de huesos de brazos, piernas, costillas y hasta del cráneo. Lastimosamente cada que tocaba el tema con ella, le agarraba un ataque de nervios, no dejaba de temblar, sus ojos lagrimeaban se tiraba al suelo y se cubría el rostro con ambas manos.


Fue un domingo, en el cuál como es costumbre, día familiar, nos encontrábamos los cinco reunidos en la mesa en un gran desayuno y viendo las ultimas noticias en la televisión. Era un día soleado muy cálido y tranquilo, todos estábamos felices por mejorar cada día. Javier y Marco, como era de costumbre, hacían unas pequeñas bromas de lo que les había pasado en la semana o de algunas noticias que transmitían


Las risas cesaron cuando el reportero se puso serio y comenzó a decir "Noticias de ultimo minuto. Agentes de la policía nacional han encontrado seis cuerpos de niños totalmente desfigurados, presentan lesiones graban, por lo visto fueron torturados con la mayor crueldad del mundo, ¿Qué maníaco puede ser capaz de tal bajeza?. Según peritos de criminalística cada niño fue asesinado por cada mes, según el tiempo de descomposición el primer niño fue asesinado hace exactamente seis meses......."


¿Seis meses...? me pregunté, fue la fecha en la que sobrevivimos de El Guardián, fue la fecha en la que nuestros compañeros nos abandonaron y fue justo la fecha en la que Lorin comenzaba con sus ataques de nervios. "Espera - vi la imagen de uno de los niños - este es el que salió ultimo y tímidamente al ir con el resto de su grupo, ¿Qué fue lo que paso?". Todos nos quedamos pálidos por ver a uno de nuestros compañeros muerto, Lorin empezó con el ataque de nervios y se cubrió el rostro con las manos.


Marco en un gesto de galantería abrazo a Lorin y le dejo que no se preocupase, que todo se iba a solucionar y que sea como sea encontraran al maníaco que hizo esto. Lorin lo tomo de la mano, continuándose cubriendo el rostro con una mano, y comenzó a decir "Yo solo trate que ya no sufran que ya no encuentren otro guardián y que sufran por abandonarnos, que sufran el mismo castigo que sufrió El Guardián - todos nos comenzamos a preocupar - pero ellos no entendieron me dijeron que no querían volver que yo les daba miedo. ¿Pueden creer eso? ¿Yo doy miedo?". Soltó a Marco y se descubrió el rostro, todos quedamos pasmados al verla, tenía un rostro diabólico, Marco retrocedió y le dijo que era un monstruo. Lorin volteo lo tomo del cuello y le arranco los ojos.


¿L....Lo..Lorin.....?......


Mi quinto gran error, no ver la realidad...


(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 3 de diciembre de 2011

Primer Despertar

     Había despertado en un cuarto blanco, mis ojos poco a poco se fueron adaptando a la luz del ambiente, por fin pude darme cuenta que me encontraba en un hospital reposando en una camilla con todos estos cables y aparatos extraños que se manejan y que el sonidito poco a poco me alteraba más, en especial cuando me acorde lo que había sucedido. Trate de levantarme y comencé a preguntar por Lorin, una enfermera me vio y rapidamente me volvio a echar en la cama diciendo "No te preocupes tu hermanita esta aquí - señalo la camilla del costado - con respecto a su padre lo siento mucho pero no pudo resistir".


¿Mi padre? me pregunté, esta enfermera habrá pensando que ese tal "El Guardián" era mi padre y Lorin mi hermana. Trate de hacerme el tranquilo hasta que la enfermera de retire de la habitación para poder hablar con Lorin. Cerré los ojos y a los pocos minutos la enfermera se retiro, me volví a levantar sigilosamente, para que no me vuelvan a oír, y camine hasta donde se encontraba Lorin.


Lorin aun dormida se encontraba con algunos raspones en el brazo y en la cara, no quería ni imaginarme como me encontraba yo. No tenía otra opción mas que despertar a Lorin, por suerte no tuve que moverla tan fuerte para que ella abriera sus ojos y yo pueda decirle "Lorin, nos tenemos que ir de aquí ahora, si no queremos terminar en un orfanato". Lorin asintió y me tendió su mano para ayudarla a pasarse.


Por suerte nos encontrábamos en un primer piso y con una amplia ventana para poder salirnos, nos aseguramos de echarle pestillo a la puerta para que no entrara nadie y nos salimos por la ventana. Caminamos en una dirección determinado por mi, Lorin no entendía el motivo de la sonrisa en mi rostro, me miraba con cara desdeñada hasta que tubo el valor de preguntarme el porque de mi gesto "Es porque el guardián esta muerto, - continuaba sin entender - ahora podemos ir a salvar a los demás que se encuentran atrapados en el sótano - su expresión cambio solo un poco - y lo que es mas tenemos una vivienda donde quedarnos - dudó - en la casa de ese guardián". Lorin por fin entendió tomo y también dibujo una gran sonrisa en su rostro, la primera vez que veía su sonrisa la hacia aun mas hermosa de lo que ya era.


Llegamos a la casa y le dimos la noticia a los chicos atrapados en el sótano, solo tres decidieron quedarse cuyos nombres eran Javier, Mary y Marco, los demás prefirieron irse para buscar algo mejor, mientras nosotros tratamos de organizarnos y pensar en como podríamos salir adelante. Ahora lo primordial era hablar con Lorin para explicarme lo que había sucedido....


Mi cuarto gran error, ser muy confiado...


(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 19 de noviembre de 2011

Correr a la Luz

     Corrimos y corrimos por barias calles Lorin y yo. Estábamos escapando de él, del monstruo, de ese salvaje, de esa larva de persona, quien se hizo llamar "El Guardián". Al voltear para ver la expresión de Lorin, me di cuenta de que él nos seguía, estaba a tras nuestro solo unos pocos pasos, tenía una gran velocidad.


"Vamos, Lorin, por favor corre mas deprisa que nos esta alcanzando" le insistía para que deje de llorar y pueda correr mejor. ¿Por qué no hay nadie a los al rededores?. Teníamos que buscar un lugar donde escondernos y debería ser ya.


Estaba muy tenso ya no sabia que mas hacer, las lágrimas de Lorin no cesaban, no podía encontrar a alguien para pedir ayuda, y no podía encontrar un lugar para escondernos. Poco a poco mis piernas comenzaron a pesar y fui cada vez perdiendo la velocidad. "¿Qué? ¿por qué? ¿qué es lo que te pasa?" Lorin se había detenido, se paro firmemente y me soltó la mano tapándose el rostro.


Por mas que le insistía nada funcionaba, hasta que su cuerpo dejo de temblar y sus llantos al fin cesaron, bajo los brazos dejando descubiertos sus hinchados, rojizos y tristes ojos para decir "¿Es que no te das cuenta?, tengo un problema en la pierda - me enseño la gran cicatriz de quemadura que tenia en la pierna izquierda - fue gracias a él, también trate de huir, pero no pude. Por favor escapa tu que yo tratare de distraerlo"


Me dejo atónito este ultimo acontecimiento, su cicatriz era grande iba desde el tobillo a la rodilla, que clase de persona le puede hacer eso a una niña. Pero no, no podía dejarla solo y que volviera a sufrir esto y en especial por mi culpa. A lo lejos por fin pude ver un auto que se acercaba un gran camión . "Esta es nuestra salvación"


"¡Al fin los atrape!" una voz de fiereza y gran amargura resonó tras la espalda de Lorin. Lorin se dio media vuelta y el temor se le vio resaltado en el rostro. Sin pensarlo la empuje levemente y me encare con ese despreciable ser, El Guardián.


Era verdad, tenía miedo, pero no podía dejar que este me invadiera por completo. Me arme de coraje y tome una botella del suelo rompiendoselo en la cabeza, logro evadir que le cayera ahí pero no corrió mucho suerte en el hombro. Con su otro brazo me tomo fuertemente y me boto contra el pared dejándome en el suelo sin poder levantarme.


Caminó unos pasos mas hacía donde se encontraba Lorin, quien estaba tirada en el piso viendo la horrible escena que estaba pasando, al parecer el miedo no la dejaba pararse. El guardián la tomó de los cabellos y la alzó sin piedad alguna, quejándose del dolor y con las lagrimas nuevamente cayendo saco una pequeña navaja y se la clavo en el pecho, haciendo que este la soltara y dejara caer. Lorin se paro rápidamente y comenzo a correr. "Lorin, el camión se acerca".


El guardián sin dolor se saco la navaja del pecho, volvió en sí y comenzó a seguir a Lorin. La atrapó en medio de la pista sin fijarse en el camión que, a una velocidad impresionante, se acercaba. Y llegó la volvió a tomar pero ahora de los brazos con una sola mano y con la otra alzándola para darle una fuerte bofetada. Continuaba tirado en el suelo sin poder pararme por el entumecimiento, el camión ya estaba ahí sin mas agache la cabeza, cerré los ojos y grité "Lorin.........!"


Mi tercer gran error, no saber mirar....

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 12 de noviembre de 2011

Caminos de la Vida

     Al borde de la oscuridad... Desperté la mañana siguiente en una gran y elegante cama. ¿Quién era ese señor?, no recordaba como llegué aquí. Estaba en un gran cuarto lleno de juguetes y con un tema de cristo y esas cosas en las paredes. Volteaba de un lado a otro para ver claramente el cuarto. En la pared, frente a la cama, estaba la imagen de una gran iglesia con la imagen de un monje casi entrando a la puerta, espera.... ¿el monje se movió?


El monje comenzó a moverse, y poco a poco fue acercándose a mí. Tenía la capucha puesta, y le tapaba el rostro, solo llegaba a verse sus labios y un poco la nariz. "Al fin despertaste" me dijo. Tenia muchas dudas de donde estaba, como llegue aquí, quien era y como salio de la imagen. No vasto unos momentos para que él respondiera a las preguntas "Yo soy el guardián, así es como me conocen muchos de mis hijos que he traído de las calles, tu también eres un hijo mio desde que aceptaste venir conmigo. Estas, claro esta, en mi casa, y esta es mi habitación, por ser nuevo te dí el privilegio de descansar en mi cama, pero ya es hora de desayunar así que a levantarse".


Las sonrisas sarcásticas que hacia no me inspiraban confianza y por alguna extraña razón no me sentia cómodo dentro de la casa. Todo se aclaro a la hora de desayunar cuando en una gran mesa solo estábamos el guardián y yo, ¿qué no tenía otros "hijos" más? "dentro de poco los conocerás no comas asías y termina tu desayuno" fue lo único que dijo en todo el desayuno. Terminamos y con un gesto de mano me dijo que lo siguiera. bajamos hacia el sótano de la casa, terminando las escaleras había una gran puerta vieja y apolillada con mas de tres candados, el guardián los abrió uno por uno y lentamente abrió la puerta. En cuestión de segundos tomo de mi pecho y me jalo hacia dentro "Ahora que sabes como me gusta vivir, vivirás para complacer mi estilo de vida. Que tus hermanos te expliquen lo que tienes que hacer" cerró la puerta y se escucharon sus pasos subiendo las escaleras.


Ahora estaba en un cuarto tétrico, solo un pequeño foco con una tenue luz alumbraba todo el cuarto, sobras poco a poco comenzaron a acercarse, todos eran niños. Solo unos pocos saludos de agonía y pereza es lo que podía oír, solo una niña me dijo "Lo siento, es muy triste que cayeras aquí, pero... ya no hay salida" Me mostró las cicatrices, de una especia de látigo, que tenia en la espalda.


Era fácil lo que había que hacer, yo ya lo hacía, pero ahora era distinto tenia que rogar por dinero en las calles. La única diferencia era que el dinero ahora no era para mi, sino para ese tal guardián. Al parecer, se necesitaba una cantidad mínima si querías comer y a pesar de eso si no querías ser golpeado.


Una injusticia total, quien se creía que era ese tal guardián, que clase de cristiano o católico era. Hizo que la sangre me hirviera y no pueda contener el enojo y la irá que le tenia, mis sospechas eran ciertas no era una buena persona y no se porque vine con el. Esta niña, Lorin, me dijo que me calmase que nada bueno iba a conseguir, pero no podía más, enloquecí. Comensé a golpear la puerta como loco "Cálmate, por favor, harás que se enfade" me rogaba Lorin, pero ya no estaba para escuchar razones, continué tocando hasta que se escucharon pasos y rápidamente la puerta se abriera de par en par y este guardián aparezca. Con todo el enojo e irá que tenia corrí hacia él y lo empuje, su cabeza se golpeo con la escalera haciendo que por un momento pierda la razon. "por favor, cálmate, escúchame, no podrás salir" seguía rogando Lorin. Me pare, voltee y fije mi mirada en ella, viéndola por primera vez perfectamente, "no pensaba irme sin ti, eres la única que tubo el valor de hablarme" le dije y antes de que ella pudiera vocalizar palabra alguna la tome de la mano y comencé a correr, pude sentir lágrimas en la mano. Lorin estaba llorando, sería de felicidad por al fin poder escapar o... "por favor".


Mi segundo gran error, no saber escuchar....


(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 5 de noviembre de 2011

Vida Dura

     Varias lunas habían pasado desde la ultima vez que me puse a reflexionar. Estuve mucho tiempo en la oscuridad, atrapado y sin salida. Un gran numero de problemas, desgracias y fracasos tuvieron que pasar para darme cuenta que todo me iba mal.

Paso todo tan rápido pero a la vez lento, fueron mas de tres años de dolor y agonía. Ya estaba cansado y abrumado, las cosas, como decían, suceden por algo, pero al darte cuenta de que suceden tan seguido esa frase optimista se te va de la cabeza. Empezar a ver todo de un lado negativo fue lo que comencé hacer y fue así como pasó.

Todo empezó con la llegada del nuevo milenio, 2000. Yo solo era un pequeño joven de 12 años, solo en la vida sin padres ni familia.

Mis padres habían fallecido en un accidente automovilístico a inicios de año. Un pobre diablo, luego de celebrar la llegada del nuevo año, conducía, en estado de ebriedad, a todo velocidad por la carretera. Este iba de un carril a otro, mi padre por querer esquivarlo y tratar de no tener ningún problema hizo una mala maniobra y el parachoques de ese alcohólico choco con la puerta del conductor, lo que ocasionó que el carro de papá diera dos vueltas de campana, junto con eso una gran explosión. Nunca se supo nada del infeliz borracho.

Me encontraba solo en las calles, aprendiendo lo duro que era la vida. Ni uno de mis familiares quiso quedarse conmigo y yo mucho menos con ellos, las calles eran mejores que vivir con ellos. Solo tenia que subirme a los carros limpiar ventanas y con lo poco que tenia comprar algunos dulces en cantidad para poder venderlos y sacar así mis alimentos.

Una noche de luna llena, sentado en una esquina tratando de vender los últimos caramelos que quedaban. A la distancia una sombra resaltaba, esta se acercaba lentamente, poco a poco se aproximaba así mi. Los nervios no tardaron en aparecer, estaba en un dilema entre correr o esperar a ver que sucedería. Me gustaba un poco la adrenalina, me quede y trate de relajarme, me entraron las ganas de saber quien era y por que viene tan misteriosamente. Relaje los nervios, baje la mirada para no ver cuando este delante mio. Unos segundos mas tarde una mano apareció bajo mis ojos, trate de no alzar la vista. "Ven conmigo" me dijo y sin dudarlo le di la mano.

Mi primer gran error, no saber correr....

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)