sábado, 31 de marzo de 2012

Una Visita al Mar


Llegamos a la playa en la tarde, aun el sol estaba radiante. Algunos bañistas se encontraban aun por los al rededores y no queríamos ser muy notorios. Mary tuvo la idea de despejarnos un momento en el mar. Muy precavida ella, trajo en su mochila ropas de baño para cada uno.
     Pasábamos un gran día en la playa muy cerca al lugar donde todo había sucedido, al principio no nos sentíamos muy bien de pasarla bien, pero de poco a poco eso se nos fue, los pensamientos que nos molestaban se fueron, y por un instante los tres… volvimos a ser niños.
     Las horas pasaron muy rápido, el sol ya había desaparecido igual que los bañistas. Nos encontrábamos solos en la playa, las risas, la diversión y el momento de inmadurez se fueron. Todos estábamos serios. La arena no nos ayudaba a buscar alguna marca, así que cada uno estuvo escarbando por los alrededores.
     Mary y yo estábamos perdiendo la esperanza de encontrar algo, pero Javier aún no se rendía, era posible que la culpa no lo dejara rendirse. Pasaron unos largos minutos hasta que Javier grito “¡encontré algo!”.
     Javier había hallado una marca muy similar a la que todos tenían, pero tenía algunas diferencias, este no era un pentágono era un hexágono y la las marcas del centro eran diferentes.
     “Eso me parece conocido…” Mary fijo su mirada en mi “¿puedes sacarte el poco?” pudo ver la confusión en mi rostro e insistió “¡solo hazlo” se puso seria, y no me quedo mas de otra casa que sacarme el poco, mientras ella hablaba “ En un inicio pensé que era una mancha, luego un simple lunar, pero ahora que lo veo en otra parte – caminó hasta mi espalda y señalo en la parte inferior de mi cuello – es la misma marca que tienes aquí”
     “¿pero… pero cuando te diste cuenta?” se quedo petrificado Javier. “una mujer nunca deja de percatarse los cosas” Mary alardeo de ella misma “es otra forma de decir que eres una mirona” Javier y yo reímos un poco, pero Mary no cambiaba su seriedad.
     Mary agarró rápidamente su mochila y de ahí saco el libro del Guardián. “Muy precavida” volvió a alardearse.
     Mary busco la marca en el libro, aparecía la marca que tenían ellos y yo, cerca al ombligo donde decía: INVASION DEL CUERPO. Llegó a encontrar la merca hexagonal “COMPARTICIÓN DEL INDIVUDIO, realmente te equivocaste Javier, según esto dice que esta marca es para que el alma ajena quede en el cuerpo de otra personas, que ambos compartan ese cuerpo, pero poco a poco el alma ajena tomará el control del cuerpo y terminado el tiempo ese cuerpo le pertenecerá al alma ajena, en este caso al Guardián”.
     Luego de que Mary terminó de explicar esto todos nos quedamos callados, se había convertido en un silencio perturbador, hasta que muy tímidamente con algo de remordimientos Javier dijo “¿Cuánto tiempo le queda?” Mary cambio su rostro serio a uno de pena, estaba casi lagrimeando hasta que tomo aire y pudo volver hablar “lo siento, pero si mis calculo son correctos, te quedan 3 meses” comenzó a llorar.
“Muajajaja… mocosos ingenuos…”

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

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