Estaba
demasiado caliente, sentía mucho calor, parecía que estaba en medio de un
incendio. Poco a poco comencé a abrir los ojos, pude ver que estaba rodeado de
llamas “¡fuego…!”. Estas llamas no eran unas normales “¿llamas… negras…?”. Frente mío las llamas comenzaron a separarse,
a los pocos instantes una sombra comenzó a acercarse. Lentamente se acercaba,
antes de pasar el umbral de las llamas comenzó con su mano a tocar las llamas y
seguir el paso de estas.
Las llamas comenzaron a desaparecer
conforme él avanzaba. Al extinguirse las llamas por completo él comenzó a
acercar donde yo estaba. No podía ver nada solo podía escuchar sus pasos. Me
tomó fuertemente del pecho y me jalo, de su mano apareció una gran llama negra,
se acerco para poder reconocer su rostro. Era él, el culpable de perder a
Lorin, el quién asesino a mis tres compañeros de clase, el que por su culpa no
puedo vivir una vida normal… “¡Guardián…!”. Con su mano en llamas me tomó
fuertemente del brazo, y con una risa escalofriante comenzó a desvanecerse.
Desperté retorciéndome del dolor, me
encontraba en la casa del guardián con Javier y Mary. Ellos estaban en al otro
extreme, Javier se encontraba echado y Mary lo estaba consolando. No quería
interrumpir su escena de romance, ya que en estos últimos tiempos ellos
decidieron dar el siguiente paso de la amistad, así que solo hice un gemido de
dolor para que vean que ya estaba despierto.
Mary se percató y comenzó a acercarse
donde me encontraba, pude darme cuenta que Javier estaba seriamente lastimado,
su brazo y medio pecho estaban vendados. “Al fin despertaste, me estabas
preocupando mucho… ¿qué te paso en el brazo…? ¿Cuándo… cuándo te lo has hecho?”
Comencé a contarle a Mary lo que había pasado en mi sueño, su rostro solo
mostraba terror, ¿cuándo él iba a parar de hacerme la vida imposible?
“Mary… ¿Por qué estoy atado?” recién me
percate de mis manos y piernas estaban atadas. “¿es qué no te acuerdas lo que
pasó ese día? – hice un gesto de negación – Lo siento mucho pero es por la
seguridad de nosotros, solo mira cómo esta Javier” Volví a echar otra mirada a
mi amigo que estaba tendido en la cama casi todo vendado.
Mary me comenzó a contar lo que sucedió
aquel día, digo aquel día porque estuve en coma por más de un mes. Según Mary,
luego de que yo perdiera la conciencia el Guardián había aparecido, mi cuerpo
actuaba como él y mi voz sonaba como la de él. Despiadadamente el guardián no
dudo en atacarlos y ya que estábamos a poco de saber cómo por fin deshacernos
de él, y era Javier quién sabia ha donde debíamos ir para ponerle fin a este.
Esta fue la razón por la que mi cuerpo, manipulado por el Guardián, lo atacó
descabelladamente hasta que pierda algo de movilidad y también era la razón por
la que me encontraba atado de brazos y piernas. Ahora corrijo lo dicho hace un
rato: “¿cuándo él iba a parar de hacernos la vida imposible…?”
(Esta historia
es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)