lunes, 14 de septiembre de 2015

Lo Que Pasó Después

Si hubiera sido desde un principio, la idea de morir me hubiera parecido vaga y algo común que le puede pasar a cualquiera incluso a mí, y si así fuera no me importaba en absoluto. Pero ahora, había conocido a estas personas, mis amigos, verdaderos amigos, que ahora consideraba mis hermanos, la mera idea de ya no estar juntos, jugar, reír y pasar nuevas aventuras con ellos me asustaba.
     “¿Qué vas hacer?” volvió a preguntar el último hermano. Mi reacción fue agachar la cabeza y cerrar los ojos, esperando que el final llegara. No me quedaban fuerzas y los pocos movimientos que podía hacer eran muy lentos. Poco a poco las imágenes de mi vida comenzaron a pasar por mi mente, los pocos recuerdos que tenía con mis padres, el accidente de año nuevo, el primer encuentro con el guardián, mis recuerdos con el único amor que tuve, Lorin, el tiempo que pasé con esta nueva familia, y todo esto me llevo a la conclusión que ¿yo era el culpable? Tal vez si lo merezco, merezco morir solo, todo esto empezó por mi culpa, yo fui el causante de todo, y morir por fin pondría un final a todo. Mis lágrimas comenzaron a caer.
     Nuevamente los recuerdos con Lorin, comenzaron a pasar por mi mente hasta el momento de su muerte, luego de eso mi mente quedó en blanco, a lo lejos una sombra comenzaba a acercarse, estaba corriendo “¡Lorin!”.
     Lorin estaba corriendo hacia mí, estaba diciendo algo pero no podía entender hasta que estuvo frente de mí “¡No te rindas! – gritaba – ¿acaso quieres perder lo que has conseguido? – no sabía de lo que me hablaba y no era necesario decirle algo, para que ella pueda entender mi mirada – Ellos – se hizo a un lado y aparecieron detrás de ella Mary, Javier y Sergio – son la familia que creaste, lo que conseguiste, verdaderos amigos”
     “¡Despierta, por favor! ¡No te des por vencido!” de nuevo en la realidad mis tres amigos, con las pocas energías que tenían, gritaban palabras para que regresara, para que no me rindiera, para poder hacer un milagro. Y un milagro fue lo que pasó después.
     Las lágrimas habían cesado y podía sentir que mis fuerzas estaban regresando, pero no solo las mías, podría ser que…
     Mi puño comenzó a cubrirse de tierra y esta se endureció, un gran golpe provocó que el último hermano retrocediera “¿¡Cómo te atreves!? – se disgustó y me lanzó con una gran ráfaga de aire – considera eso un golpe de suerte, no podrás acercarte a mí”. Se equivocaba, mi intuición me decía que podía hacer eso y más, simplemente no tenía que dudar “¡Corre!” gritó Mary. Comencé a correr en dirección al último hermano, trató de nuevo de mandarme a volar con una ráfaga de viendo, pero un gran muero de agua se había formado delante mío, mientras corría mi puño comenzó a absorber la tierra hasta formar, nuevamente, una bola de tierra sólida, pero ahora combinada con fuego. Solo un golpe directo, este gran golpe, dejo en el suelo al último hermano con un gran orificio en el estómago.
     Unos extraños sonidos se podían aún escuchar donde él se encontraba, aun no estaba muerto. “Podrás golpearme todo lo que quieras, pero mi vida no terminará hasta que hagas lo que tus amigos le hicieron a mis hermanos – detener su corazón – así es tienes romper esto – señalo su corazón – Sé lo que estás pensando – me miró fijamente – el viento me dice todo y este ya me dio la espalda, vamos inténtalo”. No fue necesario impactar el golpe en su pecho un pequeño agujero había aparecido justo donde estaba su corazón, y su vida termino.
     Todo había terminado, eso esperaba, por fin podemos estar en paz nada más pasaba, nadie más salía de la oscuridad. Ahora podemos vivir en paz, pero lo que me inquietaba era la sonrisa en el rostro del último hermano, ¿Su finalidad era morir desde un principio?.

Varios años después…

Como era de esperarse Javier y Mary terminaron juntos, lamentablemente debido a un problema Mary no pudo tener hijos, pero ambos “¡Quiero ver a mi abuelo!” crearon un orfanato, pero darles el cariño y amor de una familia a niños que como ellos no pudieron conocer una de verdad.
     Por otro lado, Sergio, decidió vivir solo, pero no en el sentido de apartado de todo el mundo, sino que quiso conocer el mundo y no atarse con alguna responsabilidad. “Por favor, ¡déjeme ver a mi abuelo!” Vivió feliz y al lugar que iba terminaba siendo querido por todos, fue muy triste su partida hace un par de meses pero la sombra de su recuerdo, ya que no tuvo descendencia alguna, siempre estará presente en todas las personas que lo quieren.
     Finalmente, yo trate de formar junto con Javier y Mary el orfanato, pero me di cuenta que hacía un mal tercio, así a mis amigos, no les importara, sentía que ellos necesitaban su privacidad, fue así como decidí vivir una vida común y corriente solo, pero la solidad me duró poco. “¡Abuelo! ¡Abuelo! ¡Quiero ver a mi abuelo!” Al poco tiempo de alejarme de Javier y Mary conocí a una agradable mujer empezamos siendo amigos y esa amistad, en ella, fue creciendo en algo más, yo aún no podía sacar a Lorin de mi mente y mi corazón, pero ella supo esperar, me supo respetar, soportó las noches que gritaba el nombre de Lorin en sueños, y así logró que me enamorara de ella. Tuvimos solo un hijo, no le faltaba nada y siempre tuvo todo, tuvo una buena formación y hoy en día es una de las personas con mayor poder en el mundo, y al parecer no tiene tiempo para visitar a su padre. Y ese niño revoltoso que está gritando afuera es mi nieto “Lo siento señor – comenzó a decir la enfermera del asilo – pero las visitas a esta hora no están permitidas – preparó unos sedantes – pero tratándose de usted, le daré esto para que la visita sea corta. Gracias por contarme su historia, lo dejaré a solas con su nieto”.
     Mi nieto era mi viva imagen a la edad de seis, lo único que lo diferenciaba era su problema en el ojo izquierdo, era de un color blanco y no se podía diferenciar el iris y la pupila. “¡Abuelo! ¡Mira! – corrió hasta donde me encontraba y me mostró su mano derecha, en la punta de los dedos se había hecho unos pequeños tatuajes una mecha de fuego, una gota de agua, una roca, un torbellino y en el pulgar un dibujo simple de una persona hecha de lineas – aparecieron el día de hoy – los sedantes comenzaron hacer efecto, parecía que estaba viendo alucinaciones, como en una imagen tridimensional los tatuajes comenzaron a salir de la yema de los dedos de mi nieto – es impresionante” Algo extraño estaba pasando, ¿Por qué justo ahora?, los sedantes no estaban ayudando, me sobe los ojos para poder ver mejor, pero la persona que estaba ahí ya no era mi sobrino, su ojo blanco había cambiado a un rojo intenso dejo a la vista su dedo pulgar mostrando la imagen de la persona y tras una escalofriante risa dijo “Este eres tu abuelo – no sabía lo que estaba pasando - ¿aún no caes en la cuenta? Déjame aclarártelo, acaso creíste que lo de tus padres fue un accidente y que por milagro tú seas el único sobreviviente sin rasguño alguno, que después de eso un desconocido quiera darte un techo donde vivir y que es más tengas todos esos poderes por un simple milagro” Es imposible, no puede ser él, yo lo mate, esto no puedo estar pasando. De pronto la imagen del último hermano vino a mi mente, ahora entiendo porque sonría, todo esto fue… “Así es, todo fue parte de mi plan. Necesitaba de ti para tener todos estos poderos y ahora que ya no me eres de utilidad puedes descansar en paz, abuelo” No podía defenderme, no podía moverme, lentamente sus manos rodearon mi cuello. No sé si fue por los sedantes o la falta de aire, mis ojos se cerraron y el mundo que conocía desapareció.

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

El Último Hermano

Un gran golpe en el rostro hizo que el joven de ojos marrones callera de espaldas, aturdido por el impacto del golpe cerró los ojos un momento y al volver abrirlos pudo ver poco a poco a la persona quien había sido responsable de esto y quien sin dudarlo le había atravesado un fierro en el corazón. “Te dije que te arrepentirías” fueran las palabras de su agresor, y así la vida del joven terminó.
     Había comenzado a llover y Mary se encontraba de rodillas llorando. ¿Qué había pasado? “Por sus expresiones, puedo decir que no saben lo que pasó – el último de los hermanas finalmente aparecía ante nosotros. Era ya una persona adulta, vestía nada más que unos pantalones y tenía los cabellos largos y blancos – ¿o es que tanta adrenalina no les deja analizar la situación?”. Este último de los hermanos se quedó parado delante de nosotros viéndonos a detalle a cada uno. Traté de pensar un poco las cosas, será posible que…
     La respuesta la obtuve muy tarde, Javier se me había adelantado. Sostenía una gran roca con ambas manos y estuvo a poco de golpear a este último personaje, pero con un simple movimiento de un solo dedo la gran roca se partió en dos, colocó lentamente una mano en el pecho de Javier y en un instante este salió disparado.
     “Eso fue lo que pasó – cruzó brazos y piernas y quedó levitando en el aire – fueron las lágrimas de ella quienes liberaron al chico”. ¡Claro! Eso había pasado, Mary derrotó a la niña y obtuvo el poder del agua, así como Javier al otro y se quedó con la tierra. Pero algo era extraño en todo esto, ¿Por qué este último hermano estaba tan tranquilo? ¿Por qué estar con los ojos cerrados? ¿Por qué no buscar venganza como los otros dos de sus hermanos? A caso él…
     Una gran llama de luz se había encendido por encima de él, sus blancos cabellos reflejaban la luz a todas direcciones. Era Sergio quien caía del cielo con un gran puño de fuego. “¡No espera!” le advertí pero fue en vano todos ya habían hecho su movimiento. El impacto del golpe provocó un pequeño temblor, pero no cumplió su tarea. Las gotas de lluvia se habían detenido en el cielo y la tierra se movía hacia una solo dirección. El último de los hermanos había detenido el golpe con una sola mano.
    Lo presentía, ya sabía lo iba a pasar luego “¡Espera! ¡No lo hagas!” le gritaba al último hermano y este sonrió. Sergio se había quedado suspendido en el aire, unas cuchillas de viento estaban cortando cada parte de su cuerpo. Su grito de dolor resonó por toda la calle. Mary y Javier se pusieron rápidamente en marcha, las gotas de lluvia comenzaron nuevamente a moverse, esta vez en dirección a Mary, cuando todas se juntaron una espada cristalina apareció en manos de Mary. Por otro lado Javier había concentrado gran cantidad de tierra para formar dos grandes bolas de esta, una en cada puño. “¡Chicos, esperen!” grité pero fue inútil. De la misma forma que Javier al inicio, Sergio salió disparado.
     Una gran ventisca de viento bajo el impulso de Javier y Mary, la espada se derritió antes de dar el golpe. Mary fue tomada de los brazos y lanzada con un fuerte impulso contra Javier.
     “Bueno, el chico de fuego no podrá moverse por un cierto tiempo – se dirigía hacia mí – y tus otros dos amigos no saben que necesitan práctica antes de usar esos poderes, el desgaste de mucha energía los ha dejado agotados – ya estaba delante de mí – así que – ¿Por qué mi cuerpo no responde? – solo quedamos tú y yo. Te diré una cosa – se agachó – el fuego va en dirección del viento y yo controlo el viento, ¿Qué es lo que harás?”.
¿Por qué mi cuerpo no responde? Acaso… ¿vamos a morir?


(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)