sábado, 16 de junio de 2012

El Pequeño Traidor


Desde afuera no parecía una iglesia, si la veías por fuera te parecía un gran castillo antiguo. Según la pareja que nos dio alojamiento, esta iglesia está construida sobre elementos sagrados y esas cosas por el estilo.
     El Padre nos había visto sumamente agotados, nos reservó una sala donde poder descansar y luego nos alimentó. Así fue como esperamos pacientemente a que el Padre terminara sus labores del día para poder hablar con nosotros.
     Ya era de noche, el Padre recién se había desocupado, este era muy anciano y ya se le veía muy cansado. Por mas apresurados que estábamos no podíamos forzar a un anciano a dar más de lo que su cuerpo puede, por lo que tuvimos que esperar el día siguiente a la primera hora del día. Javier se encontraba muy impaciente y Mary solo trabaja de calmarlo y hacerlo dormir, mientras que a Sergio se le podía ver la preocupación en los ojos. Realmente él no era de las personas que pone en juego su vida, me imaginaba que él era de las personas que bajan la mirada y simulan hacer que no han visto nada, o eso es lo que él me hacía pensar.
     Apenas pude conciliar el sueño, estaba preocupado por lo que pasará, pero no por las mismas razones que Sergio, yo no solo estaba poniendo en juego mi vida, sino también la de mis amigos. Me parecía demasiado extraño que el Guardián no se haya presentado todo este tiempo, ya quedaba poco tiempo para que tome control total de mi cuerpo, entonces qué tanto estaba esperando. Cuando por fin pude cerrar los ojos, sentí una respiración demasiada agitada al costado mío, desperté en un instante y Sergio hiso un gesto de silencio para no despertar a Javier y Mary.
     “Sé que no confías mucho en mí” comenzó hablar Sergio con un timbre de voz muy fino “yo tampoco lo haría si fuera tu, los abandoné una vez y no puedo dejar de pensar que ustedes crean que lo haría otra vez. Sé que Javier como Mary no desconfiarían de mí ya que ellos me conoces más tiempo, pero no soy tan fuerte como ellos puedan creer que soy…” unas pequeñas gotas de lágrimas comenzaron a caer de sus ojos “Yo no soy fuerte… no soy más que un debilucho, un miedoso. Tengo miedo de morir, miedo de tropezar y no levantarme, miedo del Guardián y sobretodo tengo miedo de ti…” Trataba de darle algunas palabras de apoyo a Sergio, pero ni una sola palabra venia a mi mente en ese momento. No podía reaccionar con la confesión que estaba haciendo Sergio “Lo peor de todo es que nunca entendí porque les dije que si los acompañaría en este viaje, sabiendo que de todas maneras iba a morir…” fue cuando recién pude decir algo “No, no vamos a morir, nunca digas eso. Juntos estamos en esto y juntos saldremos…” Sergio espero pacientemente a que yo agregara algo más “y no es malo tener miedo, el miedo no es sinónimo de debilidad, algunas veces el miedo en los momentos más desesperantes te hace actuar como el más fuerte. Yo también tuve miedo cuando me enteré lo que paso realmente con Lorin, pero mira pude vencer una vez al Guardián…” Sergio corto mi dialogo burlándose y dijo “¿y eso a donde te llevo?... solo mírate ahora, dentro de poco ya no serás tú, serás el Guardián…” se alejo y fue a su cama.
     Ya de mañana, teníamos la cita con el Padre, su monaguillo nos llevó a nosotros cuatro hasta su despacho. Era un amplio cuarto, en cuya muralla detrás del escritorio del Padre estaban, si no me equivocaba, todos los que fueron Padres de esta iglesia, ya que en cada placa bajo el cuadro decían los nombre y fecha en la cual habían nacido y muerto, aparte de otra fecha donde creo que era la de su estadía en la iglesia “Muy astuto jovencito, estas en lo correcto. Todos ellos son mis ancestros, o mejor dicho los antiguos Sacerdotes de la Iglesia.” El primer cuadro había llamado mucho mi atención, él era, el padre del Guardián. Le enseñe la foto a Javier para ver si estaba en lo correcto y él asintió.
     “Ahora pequeños jóvenes, me pueden explicar ¿Por qué está él – me señalo – atado?” nos vimos las caras dudando si el Padre tenía algún conocimiento de lo que había pasado anteriormente en su iglesia y con el primer Padre. Mary no lo dudo tanto como nosotros y dijo “Él está atado porque una fuerza demoníaca quiere apoderarse de su cuerpo, hemos venido de muy lejos para que usted nos brinde su ayuda” muy astuta Mary, dar una información totalmente verdadera sin dar todos los detalles. “Jovencita ¿Qué podría hacer un simple anciano que ya está a punto de reunirse con el Señor?, quisiera ayudarlos pero hacer un exorcismo para mí es demasiado” nuevamente continuo Mary la conversación “No necesitamos un exorcismo… necesitas información – el Padre se sorprendió – necesitamos que nos diga que sabe de este Padre” tomó la foto que le estaba mostrando a Javier y la dejo en el escritorio del Padre.
      Analizó la foto por unos minutos, vio la fecha en la que fue tomada y comenzó a decir “Definitivamente él es el primer Sacerdote de esta iglesia, se decía que era de un espíritu fuerte…” fue cuando me puse analizar “disculpe Padre, pero como se ve en los cuadros la estadía de este Sacerdote aquí fue larga ya que las fechas entre el primer Padre y el segundo son demasiado largas” el Padre volteó a ver “Así es, nuevamente estas en lo correcto, se decía que este Padre era de un espíritu fuerte ya que él fue el fundador de la Iglesia, que fue consagrada en 1633, de la cual sufrió muchos daños en el terremoto que hubo en el año 1650 y fue este Padre quien sobrevivió y sin perder el tiempo ayudó a la reconstrucción de esta misma, la cual fue terminada en 1680.” Algo era raro en todo esto, como… no podía concordar todo esto “¿de donde podía sacar tanta fuerza? Son 47 años desde la consagración de la iglesia hasta su reconstrucción, no creo que él haya sido padre a penas nació, supongo que ya tendría una avanzada edad desde que llego a consagrar la iglesia, entonces ¿cómo fue capaz de ayudar a reconstruirla y cómo se le puede ver tan joven en esta foto?”, nuevamente el Padre se sorprendió “Nunca había hablado con un muchachito tan astuto como tú – mi vista comenzaba a sentirse pesada y veía algo borroso – Si hay una historia… como deberían de saber esta iglesia está construida sobre un templo, el Templo del Sol, suelen llamarlo – comenzaba a sentir que mi cuerpo estaba ardiendo – Ese día del terremoto, se decía que el Padre volvió a rescatar a todos los niños que quedaron atrapados, y casi lo logró, porque no pudo con todos, uno de todos los niños  que se quedaron dentro, quien era su monaguillo, este fue el único que falleció – ya no podía soportar más el dolor Mary y Javier notaron lo que estaba pasando y trataron de calmarme – El padre quedó dentro junto todos los escombros, cuando ya todos lo iban a dar por muerto, los restos del Templo del Sol comenzaron a brillar y a los pocos minutos salió el Padre de los escombros – mis dedos comenzaron a moverse solos y una fuerte risa escalofriante podía escucharla dentro de mí, volvió – pero este había vuelto más joven de lo que ya era. Todo el pueblo comento que fue un milagro del tiempo.... ¿algún problema, estas bien?” Cuando iba a responderle al padre, sentí una fuerte presencia detrás de mí, una respiración agitada que me dejo la piel de gallina, me quedé inmovilizado.
     Sergio estaba atrás mío con una sonrisa espelúznate y con un cuchillo en la mano “Te lo dije… no te llevo a nada” cortó las cuerdas que me ataban y ya mi cuerpo no obedecía mis órdenes, lo obedecía a él, al Guardián. Rápidamente el Guardián le quito el cuchillo a Sergio y lo tiro a un lado, luego se abalanzo contra el padre y le apunto directo al corazón “Hora de dormir pequeño narrador…”
     Solo podía ver mi cuerpo moverse por sí solo, él no era yo, maldito Guardián, este se acercó mucho más al Padre para darle otra puñalada en el corazón y pude escuchar sus últimas palabras “me alegró mucho haber conocido a un joven como tú. Ya sabes que es lo que tienes que hacer, la respuestas tu ya la has tenido…” mi brazo con el cuchillo en la mano se alzó cortándole la boca al Padre y silenciándolo para siempre…

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

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