Desde afuera
no parecía una iglesia, si la veías por fuera te parecía un gran castillo
antiguo. Según la pareja que nos dio alojamiento, esta iglesia está construida
sobre elementos sagrados y esas cosas por el estilo.
El Padre nos había visto sumamente
agotados, nos reservó una sala donde poder descansar y luego nos alimentó. Así
fue como esperamos pacientemente a que el Padre terminara sus labores del día
para poder hablar con nosotros.
Ya era de noche, el Padre recién se había
desocupado, este era muy anciano y ya se le veía muy cansado. Por mas apresurados
que estábamos no podíamos forzar a un anciano a dar más de lo que su cuerpo
puede, por lo que tuvimos que esperar el día siguiente a la primera hora del día. Javier
se encontraba muy impaciente y Mary solo trabaja de calmarlo y hacerlo dormir,
mientras que a Sergio se le podía ver la preocupación en los ojos. Realmente él
no era de las personas que pone en juego su vida, me imaginaba que él era de
las personas que bajan la mirada y simulan hacer que no han visto nada, o eso
es lo que él me hacía pensar.
Apenas pude conciliar el sueño, estaba preocupado
por lo que pasará, pero no por las mismas razones que Sergio, yo no solo estaba
poniendo en juego mi vida, sino también la de mis amigos. Me parecía demasiado
extraño que el Guardián no se haya presentado todo este tiempo, ya quedaba poco
tiempo para que tome control total de mi cuerpo, entonces qué tanto estaba
esperando. Cuando por fin pude cerrar los ojos, sentí una respiración demasiada
agitada al costado mío, desperté en un instante y Sergio hiso un gesto de
silencio para no despertar a Javier y Mary.
“Sé que no confías mucho en mí” comenzó
hablar Sergio con un timbre de voz muy fino “yo tampoco lo haría si fuera tu,
los abandoné una vez y no puedo dejar de pensar que ustedes crean que lo haría
otra vez. Sé que Javier como Mary no desconfiarían de mí ya que ellos me
conoces más tiempo, pero no soy tan fuerte como ellos puedan creer que soy…”
unas pequeñas gotas de lágrimas comenzaron a caer de sus ojos “Yo no soy fuerte…
no soy más que un debilucho, un miedoso. Tengo miedo de morir, miedo de
tropezar y no levantarme, miedo del Guardián y sobretodo tengo miedo de ti…”
Trataba de darle algunas palabras de apoyo a Sergio, pero ni una sola palabra
venia a mi mente en ese momento. No podía reaccionar con la confesión que
estaba haciendo Sergio “Lo peor de todo es que nunca entendí porque les dije
que si los acompañaría en este viaje, sabiendo que de todas maneras iba a morir…”
fue cuando recién pude decir algo “No, no vamos a morir, nunca digas eso.
Juntos estamos en esto y juntos saldremos…” Sergio espero pacientemente a que
yo agregara algo más “y no es malo tener miedo, el miedo no es sinónimo de debilidad,
algunas veces el miedo en los momentos más desesperantes te hace actuar como
el más fuerte. Yo también tuve miedo cuando me enteré lo que paso realmente con
Lorin, pero mira pude vencer una vez al Guardián…” Sergio corto mi dialogo burlándose
y dijo “¿y eso a donde te llevo?... solo mírate ahora, dentro de poco ya no
serás tú, serás el Guardián…” se alejo y fue a su cama.
Ya de mañana, teníamos la cita con el
Padre, su monaguillo nos llevó a nosotros cuatro hasta su despacho. Era un amplio cuarto, en cuya muralla detrás del escritorio del Padre estaban, si no me
equivocaba, todos los que fueron Padres de esta iglesia, ya que en cada placa
bajo el cuadro decían los nombre y fecha en la cual habían nacido y muerto, aparte
de otra fecha donde creo que era la de su estadía en la iglesia “Muy astuto
jovencito, estas en lo correcto. Todos ellos son mis ancestros, o mejor dicho los antiguos Sacerdotes
de la Iglesia.” El primer cuadro había llamado mucho mi atención, él era, el
padre del Guardián. Le enseñe la foto a Javier para ver si estaba en lo
correcto y él asintió.
“Ahora pequeños jóvenes, me pueden explicar ¿Por qué está él – me señalo – atado?” nos vimos las caras dudando si
el Padre tenía algún conocimiento de lo que había pasado anteriormente en su
iglesia y con el primer Padre. Mary no lo dudo tanto como nosotros y dijo “Él está
atado porque una fuerza demoníaca quiere apoderarse de su cuerpo, hemos venido
de muy lejos para que usted nos brinde su ayuda” muy astuta Mary, dar una
información totalmente verdadera sin dar todos los detalles. “Jovencita ¿Qué podría
hacer un simple anciano que ya está a punto de reunirse con el Señor?, quisiera ayudarlos pero hacer un exorcismo para mí es demasiado” nuevamente continuo
Mary la conversación “No necesitamos un exorcismo… necesitas información – el Padre
se sorprendió – necesitamos que nos diga que sabe de este Padre” tomó la foto
que le estaba mostrando a Javier y la dejo en el escritorio del Padre.
Analizó la foto por unos minutos, vio la
fecha en la que fue tomada y comenzó a decir “Definitivamente él es el primer
Sacerdote de esta iglesia, se decía que era de un espíritu fuerte…” fue cuando
me puse analizar “disculpe Padre, pero como se ve en los cuadros la estadía de
este Sacerdote aquí fue larga ya que las fechas entre el primer Padre y el segundo son
demasiado largas” el Padre volteó a ver “Así es, nuevamente estas en lo
correcto, se decía que este Padre era de un espíritu fuerte ya que él fue el
fundador de la Iglesia, que fue consagrada en 1633, de la cual sufrió muchos daños
en el terremoto que hubo en el año 1650 y fue este Padre quien sobrevivió y sin
perder el tiempo ayudó a la reconstrucción de esta misma, la cual fue terminada
en 1680.” Algo era raro en todo esto, como… no podía concordar todo esto “¿de
donde podía sacar tanta fuerza? Son 47 años desde la consagración de la iglesia
hasta su reconstrucción, no creo que él haya sido padre a penas nació, supongo
que ya tendría una avanzada edad desde que llego a consagrar la iglesia,
entonces ¿cómo fue capaz de ayudar a reconstruirla y cómo se le puede ver tan
joven en esta foto?”, nuevamente el Padre se sorprendió “Nunca había hablado
con un muchachito tan astuto como tú – mi vista comenzaba a sentirse pesada y
veía algo borroso – Si hay una historia… como deberían de saber esta iglesia está
construida sobre un templo, el Templo del Sol, suelen llamarlo – comenzaba a
sentir que mi cuerpo estaba ardiendo – Ese día del terremoto, se decía que el
Padre volvió a rescatar a todos los niños que quedaron atrapados, y casi lo
logró, porque no pudo con todos, uno de todos los niños que se quedaron dentro, quien era su
monaguillo, este fue el único que falleció – ya no podía soportar más el dolor
Mary y Javier notaron lo que estaba pasando y trataron de calmarme – El padre
quedó dentro junto todos los escombros, cuando ya todos lo iban a dar por
muerto, los restos del Templo del Sol comenzaron a brillar y a los pocos
minutos salió el Padre de los escombros – mis dedos comenzaron a moverse solos y
una fuerte risa escalofriante podía escucharla dentro de mí, volvió – pero este había vuelto más
joven de lo que ya era. Todo el pueblo comento que fue un milagro del tiempo.... ¿algún problema, estas bien?” Cuando iba a responderle al padre, sentí una fuerte presencia detrás de mí, una respiración agitada que me dejo la piel de gallina, me quedé inmovilizado.
Sergio estaba atrás mío con una sonrisa espelúznate
y con un cuchillo en la mano “Te lo dije… no te llevo a nada” cortó las cuerdas
que me ataban y ya mi cuerpo no obedecía mis órdenes, lo obedecía a él, al
Guardián. Rápidamente el Guardián le quito el cuchillo a Sergio y lo tiro a un
lado, luego se abalanzo contra el padre y le apunto directo al corazón “Hora de
dormir pequeño narrador…”
Solo
podía ver mi cuerpo moverse por sí solo, él no era yo, maldito Guardián, este
se acercó mucho más al Padre para darle otra puñalada en el corazón y pude
escuchar sus últimas palabras “me alegró mucho haber conocido a un joven como tú.
Ya sabes que es lo que tienes que hacer, la respuestas tu ya la has tenido…” mi
brazo con el cuchillo en la mano se alzó cortándole la boca al Padre y silenciándolo
para siempre…
(Esta historia
es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)
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