Era incomodo tener que viajar amordazado,
no podía estirarme, no podía taparme la boca al bostezar, no podía ir al baño
solo, y lo que era peor no podía comer. La comida me la daba Mary en la boca,
cosa que no le gustaba mucho a Javier, y Sergio se burlaba de la situación. Fue
fácil para Javier y Mary perdonar a Sergio, pero yo, no podía, sentía que
Sergio tenía algún problema conmigo, alguno de sus comentarios eran cortantes así
como sus expresiones.
Luego de horas de estar sentados en un
largo viaje en carro, caminamos hasta un largo donde podamos sacar las bolsas
de dormir y descansar un momento. Luego de unas horas de caminata, nos
encontramos una especia de selva donde el suelo era fértil y plano, por lo que
decidimos establecernos ahí.
Fue otra cena incomoda, donde a vista de
su eterno enamorado Mary tenía que alimentarme, solo por la seguridad de todos.
Sergio se encargaba de hacer molestar a Javier mucho más de lo que ya estaba
con algunas bromas de muy poco gusto.
Llegado de el momento de dormir, Mary y
Javier se fuero por un lado y Sergio prefirió alejarse de mí, mientras que yo
me quede consolando la fogata hasta que esta se apagara.
Ya casi por apagarse la fogata esta se
volvió a encender, era tan grande la intensidad del fuego que me sentía estar quemándome.
Del fuego apareció el Guardián tomándome fuertemente del cuello para que no
pueda respirar y así no pueda dar alerta a los demás, quienes ya se encontraban
dormidos. Haciendo un gesto para que guarde silencio, preguntó “¿qué es lo que
tienen planeado, mocos?”. Ya no estaba apretando tanto mi cuello, estaba
esperando una respuesta “Nosotros te vamos a borrar de este mundo, vamos hacer
que vuelvas a donde perteneces…” me volvió a apretar el cuello y sonrió “¿de dónde
creen que vengo?” su sonrisa se hizo mas gran, parecía saber la respuesta pero
quería que yo se la dijera “¡te vamos a regresar al infierno, maldito demonio!”
su risa resonó varios segundo por mis oídos “Tienes agallas mocoso, pero te estás
quedando sin tiempo… dentro de poco tu cuerpo será mío – rió – dicen que el que
ríe al último ríe mejor – me tiro un fuerte golpe al estomago dejándome tirado
en el suelo retorciéndome – pero el que actúa primer terminar mejor…” se desvaneció
junto al fuego con una tenebrosa sonrisa.
“Por fin despertaste, vamos debemos de
apurarnos. Ya hemos alistado todo, te estábamos esperando a ti” hablaba Mary
mientras recogía las ultimas cosas tiradas para poder partir. Javier y Sergio me
ayudaron a levantarme y guardar mis cosas para seguir la rutina otra vez.
Preferí dejar en secreto lo que había
pasado esa noche, no quería preocupar más de lo que ya estaban a mis amigos. En
los días que pasaron nada extraño había sucedido, todo era normal y tranquilo,
fue una larga caminata y poco tiempo de descanso.
Ahora más que nada no había tiempo para
descansar, ya nos encontrábamos en Cusco por fin habíamos llegado. Era ahora
donde el suceso anterior me vino como un flashback a penas pisé tierra cusqueña
y solo pude recordar que me quedaban tres días… caí desmayado.
(Esta historia
es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario