sábado, 1 de diciembre de 2012

Refuerzos


“Tu miserable basura... – se levantaba lentamente la niña viendo con odio la mirada incrédula de Sergio sin saber lo que acababa de ocurrir – como te atreves, ¡Tú! Siendo un simple poca cosa” la mirada de Sergio no daba nada más que dudas e incomprensiones, él no tenía ni idea de cómo hizo lo que acababa de hacer. “Ahora entiendo – razonó la respuesta por unos segundos – jajaja, siéntete agradecido por mi Padre que te dio un poco de su poder – todos la miramos incrédulos, aun sin entender – fue cuando te estaba manipulando, ingenuo...”. Sergio pareció entender algo, en su expresión se notaba algún recuerdo atormentador “Debe de ser por eso – me miró – que en tu pelea con él escuchaba voces en mi cabeza diciendo que te atacara y que acaba contigo”
     “¿Es qué nunca se acaran las maldades de ese indeseable?” me dije con algo de enojo “Que tanto te quejas, infeliz, tu amiguito debe sentirse muy agradecido – hizo una pequeña pausa – ¡Agradecido de morir por las manos de la hija de quien le dio poder!” En menos de un segundo estaba la niña cara a cara con Sergio, esta frunció la mirada y le profanó un gran golpe en el estomago seguido por una explosión de agua. Sergio salió disparado, mientras que Mary y Javier trataron de cogerlo en el aire para amortiguar el golpe.
     “Ya me estoy cansando de que me trates como si fuera tu pelota de playa” comentaba Sergio levantándose de los brazos de Mary y Javier. “Lo sentimos Sergio, pero al parecer nosotros no podemos hacer nada...” se lamentaba Mary, cuyos ojos comenzaba a lagrimear, mientras que la ira por la impotencia se le podía notar a Javier. “Sergio – lo llamé para tratar de darle una esperanza, pero aun no tenía nada planeado – acabaremos con ella, los dos juntos”  Sergio asintió y se puso a mi costado. Nos quedamos unos minutos parados hablando en voz baja, tratando de idear algún plan.
     “¿Uhm...? ¿ya despidiéndose? ¿o es que le tiene miedo de golpear a una inofensiva niña? – nuestras miradas se postraron en ella - ¡despierten idiotas! Para mí ustedes son los niños, y yo... – comenzó a avanzar – ¡Tengo poca paciencia! – corrió hacia nosotros – ¡mueran de una vez!”
     “Sergio” grité para dar la señal de aviso y este asintió y corrió hacia un costado. Rápidamente la niña se acercaba, había formada una especia de cuchilla de agua en su mano. La niña venia directo hacia mí y saco a Sergio de su vista, este se situó detrás de ella. La niña llegó hasta mi y detuve su ataque con ambas mano sujetándola, poco a poco mis manos comenzaron a sangrar, parecía como si estuviera rebanando mis manos “¡Sergio, ahora!”. Ya tenía bien sujetada a la niña y era el momento perfecto para un ataque sorpresa, Sergio captó mi señal y rápidamente había formado un puño de fuego y venia a atacarla.
     La niña cruzo miradas conmigo y sonrió “¿eso es todo lo que tienes? que mocosos para más patéticos – Sergio se acercaba más y más – ¿cómo es que pudieron acabar con mi Padre?” Sergio ya estaba con nosotros pero el gran golpe lo sentí yo en el estómago “¿pero... cómo?” Sergio abrió los ojos y vio su puño en mi estómago “Jajaja.... El agua es líquida mocosos ingenuos” la niña se materializó de un charco de agua que estaba bajo nosotros profanándonos un gran golpe a Sergio y a mí.
     “¿Cómo van hacer ahora? – se preguntaba Mary – no pueden ni tocarla, ella pueda transformar su cuerpo en agua” la desesperación hacia que el cuerpo de Mary temblara, Javier trataba de decir algo pero no podía, hasta que una repuesta lógica llegó a su mente “No es así, acuérdate que Sergio ya la golpeó una vez y la estaban sujetando, eso quiere decir que necesita materializarse para poder atacar...” El rostro de Mary quedó pensativo.
      “¿Qué haremos ahora?” preguntaba Sergio desesperado del no saber cómo atacar “pudiste golpearla una vez, así que una segunda no puede ser difícil, hay que intentarlo nuevamente hasta que funcione – asintió – y por cierto, no vuelvas a cerrar los ojos al atacar” Sergio se avergonzó un poco por lo que le dije al final, pero esta vez estaba más serio y concentrado. “Sergio ¡ahora!”.
     “El mismo truco no funciona dos veces, mocosos” esta vez la niña fue contra Sergio sin perderme de vista. Comenzó atacando a Sergio con el mismo ataque anterior, una cuchilla de agua en su mano, Sergio se defendía con una especia de escudo de fuego formado por sus manos “Eso no te ayudara en nada, mocoso, ¡prepárate a morir!” Corrí hacia su espalda, un punto ciego para que no pueda ver mi llegada y atacarla sin problema, pero... En ese momento, por fin había podido golpear a Sergio, voltear velozmente y golpearme con el cuerpo de mi amigo. “Te dije que el mismo truco no funciona dos veces”
     Estábamos tendidos en el suelo Sergio y yo adoloridos por el último golpe. La niña se acercó y con una fuerza descomunal nos levanto a Sergio y a mí, uno en cada mano, alzó sus dedos índice y con este formo unas pequeñas agujas de agua “Con esto cortaré su respiración y por fin podré vengar a mi padre... Luego acabaré – centro su mirada hasta donde estaban Mary y Javier – con esos otros... ¿¡Dónde se metió la mocosa!?” En ese instante las agujas de agua, se volvieron líquidas y se desvanecieron, Sergio y yo caímos al piso y una gran lanza de metal había salido del pecho, justo donde estaba el corazón, de la niña. “¡Mary!” gritamos los tres a ver quién fue la responsable de acabar con la niña “Maldita mocosa, ¿cómo te has atrevido?” La niña comenzó a toser sangre. Al estar felices por lo que Mary había hecho nadie se percató de las sombras detrás de ella, a excepción de Javier.
     “¿Quién te has creído tu mocosa insolente al asesina a nuestra hermana delante de nuestros ojos?” Una voz dentro de las sombras se escucho, alzo su pie y junto con este una bola de tierra apareció y lo tiró hacía donde se encontraba Mary. “¡Mary cuidado!” Javier había corrido para proteger a su amada y recibió el golpe por ella, pero la persona dentro de las sombras no estaba solo. Una ráfaga de aire sacó volando a Mary.
     “Hermanos... lo siento – comenzó a decir sus últimas palabras la niña – les he fallado a ustedes y a mi padre. Por favor vénguenme a mí y a mi padre, acaben con estos despreciables moco...” sus ojos se habían cerrado...

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 3 de noviembre de 2012

La Niña De Esa Vez



Me encontraba adolorido tirado, mis amigos estaban a mi costado tratándome de despertarme “¿Qué me pasó? ¿Porqué… porqué estoy mojado?” Javier y Sergio me hicieron caso omiso y no dejaban de ver a esa pequeña persona que se encontraba fuera de la casa sin apartar sus ojos de mí. “Tampoco sabemos mucho. Escuchamos un fuerte ruido y cuando llegamos, la puerta se encontraba rota y tú te habías desmayado”.
     Acababa de caer en la cuenta, este chica me estaba acusando de matar a su padre y en un abrir y cerrar de ojos un gran chorro de agua salió de su mano empujándome y hacer que rompa la puerta con el gran impulso. Su padre… su padre… su padre… “¡Debes de estar bromeando!”.
     Traté de ponerme en pie, torpemente a causa del dolor, caminé a tropezones hasta donde ella estaba, con una señal de cuidado alerté a mis amigos para que se quedaran detrás. Ahora nos encontrábamos los dos frente a frente. “¿Tú nos estuviste espiando todo el día?”. La ira salía por sus ojos fulminantes, parecía querer matarme a simple vista, asintió sin apartar la vista de mí. Ahora era el momento de sacarme esta duda que hace poco había aparecido en mi mente “¿Tú… Tú eres… la hija del Guardián?” Los rostros de asombro de mis amigos era algo de ya imaginar, habíamos prometido no volver a pronunciar su nombre y yo rompí esa promesa, no solo eso delante de mí estaba quién posiblemente realmente es la hija de él. Asintió.
     “Eres el culpable de que no tenga a mi padre conmigo, ¡Desaparece!” Nuevamente volvió a disparar un gran chorro de agua de su mano y volví a salir disparado, por casualidad golpeé con mi cuerpo a Javier y Mary. Sergio, por la ira, cogió un trozo de la puerta y corrió a golpear a la niña. Un gran golpe en el estómago lo dejo sin aire tumbándolo en un instante “Tú no te metas, no necesito malgastar energías en tu, iluso”.
     Llegué a mi límite de tolerancia, aceptara que me atacara por venganza, aceptaba que me insultara, lo que no podía aceptar es que se atreva a lastimar a mis amigos “Tu padre era un miserable – me levanté – tu padre era lo peor que puedo existir en este mundo – comencé a caminar hacía ella – tu padre mató a inocente, rompió familias, y engaño personas, él ya no era de este mundo, él ya había muerto – me detuve hasta estar cara a cara con ella – yo lo único que hice fue eliminar su existencia que ya no era de este mundo” mi mano fue envuelta por una bola de fuego, mi mano actuó por sí misma y la disparó hacia la niña. Esta creó un pequeño escudo de agua haciendo que la bola de fuego se disolviera.
     “Como te atreves… como te atreves… ¡Cómo te atreves a atacarme con su poder!” La niña había perdido la razón, fue segada por la ira. De sus dos brazos comenzaron a bañarse en agua creando una especie de huracán y lo lanzó hacía a mí, Javier y Mary.
     Sergio había, por fin, despertado luego del gran golpe que recibió en el estomago “¿porqué nunca puedo hacer nada? – comenzó a balbucear - ¿por qué tengo que ser siempre un estorbo? – se levanto, viendo nuestro estado enfureció – porqué… ¡por qué haces esto!” nuevamente se disparó hacia la niña tratando de darle un gran golpe, pero esta lo esquivó y golpeó en la espalda tumbándolo nuevamente “¿porqué no le puedo hacer nada? – continuó balbuceando -  yo tengo que hacer algo… ¡puedo hacer algo!” Su enojo activó algo que nos resultó imposible para Javier, Mary y Sergio. Sergio había formado un gran puño, este en el instante que Sergio corrió hacía la niña para golpearla se comenzó a encender. Sergio logró encender su puño de fuego y llegó, por fin, poder golpear a la niña, ahora ella fue la que salió disparada y cayó al suelo...

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 29 de septiembre de 2012

El Misterio de los Elementos


No me había dado cuenta hasta ahora, pero la casa había cambiado mucho en estos últimos años, los chicos sí que hicieron un buen trabajo tratando de mejorarla. Nos encontrábamos en el comedor, en una mesa de forma circula y con el libro en el centro de esta. Javier había encontrado algo que podía ser de ayuda, como la tenue luz del cuarto oculto no nos ayudaba a leer nos cambiamos a un sitio más iluminado, el comedor.
     “El misterio de los elementos – comenzó a leer Sergio – arte oscuro que se originó en los principios del V. Realizado por antiguos sacerdotes, quienes sacrificaron parte de su alma a una gran condena para la obtención de este poder. Fuego, Agua, Aire y Tierra son los elementos principales que manejan y están presentes en el mundo cotidiano, la dominación de estos en una misma persona es imposible. Los…” Aún no nos daba una explicación lógica solo estaba relatando lo que en si este era y como inició “No nos está ayudando en nada, ¿no hay algo que diga porque una persona lo adquiere o cómo?”
     Sergio comenzó a buscar algo, se tardo unos pequeños minutos en encontrarlos “¡Aquí esta! – todos le hicimos un gesto para que empezara a leer – Adquirir solo uno de estos elementos puede costarte la desmaterialización de tu cuerpo humano, así como pagar con tu alma. Para adquirirlo se necesita un rito especial, que esta secretamente guardado solo los dignos, quienes encuentren la respuesta, lo adquirirán… – Sergio hizo un pausa buscando algo más que se relacione conmigo – Uno persona también puede adquirir un elemento derrotando, en una lucha limpia, al poseedor de uno…”
     Esa era la respuesta, yo lo había derrotado a él sin ayuda en una lucha limpia, fue por eso que yo… “Yo poseo el Fuego”
     Tras, Sergio, haber dicho eso Javier y Mary comenzaron a sacar sus conclusiones, y yo ya tenía la mía… “Qué lindo tercer regalo por tus dieciocho, ¿no?” dijo Mary al no saber que más decir. Estos dieciocho años me trajeron muchos regalos, los cuales yo nunca esperaba: Una casa propia de gran tamaño, el esfuerzo de mis amigos por preparar un pastel y mostrarme que no estoy solo, y por último, el Fuego que me lo dejo la persona a la cual le despreciaría un regalo así este esté agonizando.
     Se hacía tarde, y lo único que quería por ahora era descansar y pensar en todos los regalos que adquirí hoy, y esperaba que estos sean los únicos…
     Me despedía de mis amigos y salí de la casa tras ver el cielo gris de hoy en día, pero alguien me esperaba tras con una mirada de odio, que con solo ver a cualquiera podía matarlo con la mirada…
     “¡Tú! – me señaló – ¡Asesinaste a mi PADRE!”

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 22 de septiembre de 2012

Encontrados


Salimos rápidamente de la casa en dirección a la casa donde estaban viviendo mis tres amigos. Algo muy raro había llamado mi atención al momento de salir. Una joven chica se encontraba frente a mi casa viéndonos a mis amigos y a mí, pero su rostro no demostraba alguna clase de nostalgia o cariño, el odio se le podía ver marcado en los ojos…
      “¿Quién era ella?”, no le tomé mucha importancia y tampoco me pareció conveniente decirles a mis amigos, así que solo corrí junto a ellos hacia la casa. Llegamos lo más rápido posible y Javier me ayudó abrir la puerta oculta que se encontraba en la escalera, Mary y Sergio se sorprendieron, ya que era la primera vez que se enteraban de este cuarto oculto.
     El libro no estaba escondido, estaba a la vista de todos apenas se entraba al cuarto, aunque Javier, Mary y Sergio no se percataron de este “Siempre el mejor escondite es el más obvio”. Sacando un par de libro de su encima, por fin, todos vieron el libro. “¿Cómo… cuándo… lo conseguiste?” Preguntó Mary sin saber cuál iba a ser la mejor pregunta. “fue cuando estaba peleando con él, al final el libro apareció junto a mí, este libro se encontraba en la biblioteca escondido pero en el momento del derrumbe… no sé pero parece que vino a mí” Mary quedó algo dudosa al escuchar la respuesta “pero.. ¿Cómo sabías que estaba en la biblioteca?” no quería sonar como loco pero no había otra respuesta que pueda tomar para no sonar así “Justo cuando mi cuerpo no reaccionaba, yo no me encontraba ahí, o bueno sí mi cuerpo pero yo no – mis tres amigos se miraron las caras - ¿cómo podría explicarlo?... ¡Mi espíritu! Si mi espíritu se encontraba en los recuerdos de él y ahí fue cuando vi que él usó este libro” pareció que mis amigos entendieron un poco, pero aun así no estaban del cien por cierto seguros “a ti sí que te suceden cosas extrañas” muy optimista se había vuelto últimamente Sergio, pero su comentario puso en la cuenta a Mary y Javier, quienes junto a mi pasaron historias muy extrañas para unas personas comunes y corrientes.
     “Bueno, ¿qué estamos esperando? Abre el libro y fíjate si hay algo con lo que te está pasando” Javier era de poca paciencia, pero en este punto no sabíamos que iba a suceder, este libro de por sí ya era sumamente extraño y malo. “¿Por qué recién ahora me pongo a pensar en las consecuencias?”. Tenía el libro en las manos y las dudas que no me dejaban abrirlo “¡ábrelo de una buena vez…!” la impaciencia de Javier hiso que este me quitara el libro de las manos y este lo abriera…

Sin darse cuenta los jóvenes había encontrado un nuevo problema, el joven tenía razón había algo malo con este libro y este tenía una gran consecuencia al ser abierto. Una gran luz, invisible para los ojos de los jóvenes salió del libro en dirección al cielo sin fin… “Los encontré…” la pequeña figura de una joven encapuchada se encontraba cerca de donde emanaba la luz, una gran sonrisa apareció en su rostro… pero no solo en esta pequeña joven, había otros más quienes se encontraban más apartados del libro…

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 15 de septiembre de 2012

Fuego


“No estoy loco, les hablo enserio, no quiero hacer esto. Sé que va a pasar algo malo” era lo que les repetía a mis amigos, una y otra vez, pero estos creían que le estaba jugando una especia de broma < ¿desde cuando yo les he gastado una broma de mal gusto? >
     “creo que deberías de dejar de ser tan mezquino y celebrar tu cumpleaños como se debe” comentaba Mary.
     Esa mañana había despertado hiperventilado, me encontraba sudoroso y algo nervioso y aun más sabiendo lo que podría pasar. Me senté en la cama, para recuperar algo de aliento, a lo que Javier, Mary y Sergio caminaron hasta ubicarse delante de mí y sentarse en el piso poniéndome la torta muy cerca.
     Cada vez que la escena iba transcurriendo con forme a mi sueño los nervios se me aceleraban aun más. “No nos puedes hacer un desaire, después de todo lo que hemos hecho para que esto – señalo la torta – salga perfecta” Mary aun continuaba algo insistente. “Realmente nos costó mucho, considerando que Sergio y yo somos un desastre en la cocina, en especial Sergio quien quemo la primera torta” el mencionado le dio un pequeño golpe en el brazo en forma de protesta “No fue mi culpa – se estaba excusando – de que ustedes anden bien cariñosos a esa hora y no escucharan la alarma del horno”. Ver la cara de disgusto de Sergio y a Mary y Javier riéndose por su pequeño descuido, me recordó el tiempo en el que estábamos los cuatro y tratábamos de reír ante la penumbra. Eso me sacó una pequeña sonrisa, y lo que pasaba después de mi sonrisa ya lo sabía.
     Los tres hicieron un gesto de logro, con una sonrisa poco siniestra, “¿era ese su objetivo desde un principio, no?” dije al descubrir su pequeño plan “No te puedes quejar – Mary hablaba por los tres – lo hacemos porque te queremos” Javier y Sergio asintieron y acto seguido comenzaron a cantar.
     “está a punto de llegar… ya van a terminar” me decía mi mente y el corazón me palpitaba aun mas rápido conforme recitaban cada letra de la canción mi presión se aceleraba, no quería que la canción tenga fin, terminaron de cantar. “Bueno… pide tu deseo y sopla las velas” dijo Mary, me quede unos segundos pensando que pedir, ahora si estaba en duda “deseo – pensó – apagar las velas y que no les pase nada a mi queridos amigos” me sentía ridícula pero no sabía que más hacer.
     Tome un poco de aire, para poder apagar las velas, en ese instante una pequeña ventisca de aire había entrado por la ventana. Cuando ya estaba por soplar las velas, algo extraño pasaba con Sergio tenía algo raro, como si quisiera evitar algo. Sople las velas, y sí, pasó lo que yo ya tenía previsto. La gran llamarada de fue salió de mi boca, pero unos segundos antes Sergio no pudo evitar hacer lo que estaba tratando de esconder.
     Al parecer la pequeña brisa de aire trajo consigo un poco de polvo, lo que a Sergio le provoco un gran estornudo haciendo que Mary volteara un poco la torta cubriendo su rostro del fuego que yo estaba disparando, sin intención. Los tres, Javier, Mary y Sergio, quienes se encontraban sentados como ranas, cayeron al suelo por el empujón que Sergio había dado a Mary y esta a Javier, librándolos del fuego.
     “¿Qué fue eso? – preguntó muy asustado Javier – acaso… ¡no me digas! ¿Ha vuelto? – el miedo se pudo notar en el rostro de mi amigo, en especial en el de Sergio quien sufrió más que los otros por culpa de esa persona y que hasta el día de hoy no se perdona por lo que había hecho, o por lo que le hicieron hacer - ¿Ha regresado el…?” “No digas su nombre – detuve a Javier antes que diga el nombre, o apodo, de la persona que tanto nos hizo sufrir, en especial a Javier, a quien arrebato de sus padre y no contento con eso los asesinó – por favor, es algo que no quiero volver a oír – fueron tres años los que estaba viviendo sin haber escuchado ese nombre y no quería volver a escucharlo nunca más – y no se trata de él, se los dije desde que me desperté y ustedes creyeron que estaba bromeando”.
     Sus rostros de tristeza se notaron a penas termine de hablar, se encontraban tristes por no haberme creído, pero eso no me animaba mucho, ¿Qué era lo que estaba pasando ahora?, “realmente lo sentimos, pero como puedes estar seguro que no fue él. Acuérdate – miró a Sergio, como pidiéndole disculpas por lo que iba a comentar a continuación – que él manipulo a Sergio por medio de su sueños – Sergio agacho la cabeza a penas Mary hizo recordar el pasado – discúlpame, Sergio – le froto la espalda – pero ese sueño que has tenido ¿no crees que también puede ser obra de él?”
     Las deducción de Mary eran ciertas, él pudo como no manipularme, pero él ya no existía. Recordé la carta que me dejó sus padres, ellos ahora estaban descansando en paz y con lo pude interpretar de sus palabras, estaba seguro que él ya no existía. “Todo está dentro de ti solo tienes que descubrirlo…” nuevamente esa frase voló por mi mente.
     “¡Fuego! – expresó Sergio casi gritando, algo había recordado. Todos lo quedamos viendo con el rostro dudoso, no sabíamos a que venía eso – eso es…” Javier arqueó una ceja y Mary se llevo una mano al rostro para tapar su vergüenza ajena “¿a caso no sabías como es el fuego?” preguntó Mary, quien aun no retiraba la mano de su rostro. “¡no es eso! – se defendió Sergio – él usaba siempre el fuego, en mis sueños uso este para manipularme, el fuego era por decirlo… – trató de buscar la palabra adecuada – su elemento” Javier y Mary vieron a Sergio como si este hubiera perdido el juicio “¿Cómo una persona puedo dominar elementos?” pensé que se preguntaban eso, pero Sergio estaba en lo correcto “No creo que te equivoques, ese día – ellos ya sabían a que me refería, hablaba del día en la que lo derrote – ustedes no lo vieron, pero yo saque fuego de mi mano y fue por eso que todo el templo se destruyó – todos escuchaban asombrados – y creó también que diste con la palabra indicada”
     Sergio se sintió bien por tener algo de apoyo, pero Javier y Mary aun seguían algo desconfiados “¿le estas dando la razón? – preguntó Javier quien aun no podía asimilar que esa persona ya no existía. Hierva mala nunca muere – ¿nos estás diciendo que hay quienes puedan dominar elementos como la tierra, agua, aire y fuego?” Mary se quedo pensando y al parecer también había caído en la cuenta y nos dio la razón a Sergio y a mi “Él no parecía humano, pero también ¿cómo puedes explicar lo que acaba de pasar?” Javier se resistía a la idea, pero una imagen vale más que mil palabras. “Sé donde podemos encontrar una respuesta, necesitamos un libro – Javier repitió en forma de pregunta la última palabra – sí un libro – volví a repetir – pero no uno cualquiera, necesitamos El Libro del Ángel Caído y yo sé donde está”
     Habiendo dicho esto caí en la cuenta, las voces de la pareja de ancianos resonaron en mi menta nuevamente “todo está dentro de ti solo tienes que descubrirlo… – y yo ya lo había descubierto lo que estaba dentro de mí era el fuego – eso te lo ganaste y muy valientemente…”

     Frente a la casa viendo directamente por la ventana del joven, quien se encontraba con sus tres mejores amigos, hermanos, una jovencita de un rostro muy fino, encapuchada, de negro, miraba con un rostro enfurecido directamente hacia ellos…

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 8 de septiembre de 2012

Un Sueño Más


Luego de todo el asunto con el Guardián “terminara”, Javier, Mary, Sergio y yo, regresamos a “casa”. Sergio tuvo buenas noticias para Javier y Mary, ya que él decidió vivir nuevamente con ellos y ser parte de una familia. No fue lo mismo en mi caso, yo tuve que volver con la pareja de ancianos, quienes me habían dado hogar, comido, estudios y un cariño que no podía envidiar ni a los niños ricachones que los engríen con toda clase de cosas, menos lo mas esencial… amor.
     La despedida fue muy triste, en especial para Mary, quien ya se había acostumbrado a estar los cuatro juntos, pero no era como si no nos íbamos a ver nunca. Prometimos vernos cada vez que tengamos algo bueno, o sea casi siempre. Nos íbamos a esforzar por ser mejores y esa era una promesa. Javier trato de hacerse el serio, pero pude notar que unas pequeñas lágrimas se le caían lentamente de sus pupilas, las únicas palabras que me dijo fueron “seremos alguien, y gracias a ti, trataremos de superarnos, ya no viviremos como lo hacíamos antes”. Por otro lado estaba Sergio, quien no dejaba de secarse las lágrimas con las manos a cada segundo, aun no superaba lo que había hecho, o mejor dijo, lo que lo obligaron hacer “discúlpame, en verdad discúlpame, yo… yo nunca quise hacerle daño a ninguno de ustedes” eran las palabras que mayormente solía repetir. Nos dimos un fuerte abrazo de despedida entre los cuatro y me fui con un solo “nos volveremos a ver pronto”.
     Andaba por los mismos caminos, que ya había pasado en más de una ocasión. Claro estaba que los recuerdos iban a venir rápidamente a mi mente, pero esta vez, con forme venían a mi mente al poco tiempo se desvanecían. Ya había superado los problemas que habían pasado y ahora podía andar tranquilo, aparte de eso ya no había ni una amenaza. Solo hubo un recuerdo que tardó mucho más que otros en desvanecerse, era el recuerdo donde Lorin y yo nos fugábamos de la casa del Guardián “no cabe duda que el amor a primera vista… existe”.
     Ya me encontraba en la casa de la pareja de ancianos, que me habían tratado como si fuese su hijo, pero entre a la casa y algo parecía extraño. Mis padres adoptivos no se encontraban, lo que era extraño porque nunca, nunca, dejaban la casa sola, siempre se quedaba uno de los dos. Lo más raro era que la casa parecía no haber estado habitada en días, estaba sucia y algo desarreglada “que extraño…”. Comencé a ir por todas las partes de la casa a ver si encontraba alguna otra cosa fuera de lugar. En la sala, justo en el centro de la mesa de centro había una carta sellada, era lo único que resaltaba de toda la casa, ya que estaba aislada.
     “Si estás leyendo esta carta, es porque has acabado con nuestro hijo. Sí él es nuestro hijo, nosotros no éramos más que unos espíritus los cuales te trataban de proteger, porque ya sabes quien estuvo dentro de ti. Sentimos mentirte y no decirte nada de esto. Nuestro ciclo en este mundo terminó, y como ya no tenemos otro deber aquí podemos al fin, luego de años, descansar en paz… – las lágrimas, que me estuve forzando a guardar aparecieron, no por decepción, sino de felicidad. Este par de espíritus me trataron como un hijo, me hicieron sentir especial y sobre todo fueron los únicos que se preocuparon por mi luego de mis padres, después estaba la despedida tan larga que tuve con mis grandes amigos – Por ahora nuestra última voluntad es que puedas lograr tus metas y que no te olvides que todo está dentro de ti solo tienes que descubrirlo, eso te lo ganaste y muy valientemente. Queremos que te esfuerces por lo que quieres por eso te dejamos esta casa, nuestro testamento esta en nuestro cuarto bajo el colchón de la cama. La casa estará al nombre de tu tía – justo la persona menos indicada, ella era la persona más ambiciosa que pude conocer – no te preocupes, te conocíamos muy bien, está bien claro que cuando cumplas tu mayoría de edad la casa pasara directamente a tu nombre, no tendrás ningún problema legal. Esperamos te sepas cuidar bien, aunque eso ya lo sabes a la perfección, y nunca olvides de dónde vienes…”
     Terminé de leer y me lleve la carta al pecho, con la mirada hacia arriba y con los ojos lagrimeando hasta no mas pronuncié “Muchas gracias, no importa que yo los quiero…” pude sentir una brisa tan cálida y pareciera que me estaban abrazando.

Desperté en una mañana muy soleada, los rayos del sol que entraban por mi ventana me despertaron y una gran sorpresa me esperaba en ese instante. Estaban Javier, Mary y Sergio parados frente a mi cama. Mary sostenía una gran torta con unas dieciocho velas “¡Feliz cumpleaños!” gritaron al unisonó al ver que ya me había despertado “Venga levántate de una buena vez, no rechaces nuestro regalo que nos costó mucho preparar la torta”. Pude ver en el rostro de los tres que estaban algo manchados con harina, de verdad ellos eran unos grandes amigos.
     Me senté en la cama y como si fueran robots se acercaron a mí y se trataron de sentar frente mío y acercando la torta aun más, la cual ya tenía las velas prendidas. Al verme sonreír los tres en coro comenzaron a cantar la tradicional canción de cumpleaños, me sorprendió que los tres estén tan bien entonados, lo que me hizo sonreír aun más “Bueno… pide tu deseo y sopla las velas” me dijo Mary al terminar de cantar. Me quede un momento con los ojos cerrados, para que pensaran que estaba pidiendo un deseo, pero no deseaba nada más que esto unos muy grandes amigos, los cuales se preocupaban de mí. Volví abrir los ojos y soplé las velas, pero…
     La sonrisa de mis amigos poco a poco comenzaban a cambiar, su rostro de dolor me comenzaron a asustar y en especial lo que salía de mí. Al soplar las velas una gran llamarada de fuego salió de mi boca apuntando directamente al rostro de mis amigos, estaba viendo como ellos, lentamente, se estaban quemando.
     Desperté.
     “Fue solo un sueño” me dije, hasta que abrí bien los ojos y vi lo que tenía delante de mí “¡Feliz Cumpleaños!” gritaron al unisonó Javier, Mary y Sergio.
     Déjà vu…
     “Todo está dentro de ti solo tienes que descubrirlo…”

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 23 de junio de 2012

Regresiones


“La respuesta tú ya la has tenido…” fueron las últimas palabras del padre, pero de qué respuesta me hablaba, no podía entender. El Guardián estaba manejando mi cuerpo a su antojo, era él y no yo. Me encontraba como un espectador, solo podía visualizar lo que pasaba mas no podía realizar alguna acción.
     “¡¿Por qué… por qué hiciste esto?!” Javier estaba gritándole fuertemente a Sergio mientras que el estaba siendo atendido por Mary, ya que por el gran empujón del Guardián, había terminado con heridas graves. Mi cuerpo se había relajado, algo estaba tramando el Guardián “Lo has hecho muy bien Sergio…” en un abrir y cerrar de ojos tiro a mis amigos, dejando solo a Sergio delante de él “Has sido un gran actor Sergio, en tu sangre esta ser un traidor, no debes preocuparte por eso. Y ahora te daré tu recompensa, lo que tanto querías. A lo que te rebajaste, a lo que tanto suplicabas, a lo que por eso pusiste en peligro a tus amigos… Te daré tu PAZ…” Tomó del cuello a Sergio y lo alsó, pude sentir que estaba preparando su otra mano para poder apuñalarlo “sin dolor…”, ¿Qué clase de paz era está?, Sergio iba a morir… Él no era una de las personas por la cual yo admiraba o quería tanto, pero era un ser humano, con sus errores o no, yo no podía hacer eso. Tenía que hacer algo. “¡nooooooo…!” mi grito resonó por toda la habitación, mi cuerpo se quedó inmóvil, ni uno de los dos lo controlaba. Fui ahí cuando comenzó…:
     Me encontraba fuera de la iglesia, esta se veía un poco más antigua, y el panorama era distinto. Un padre, sin percatarse de mi presencia, pasó por mi costado, él era… él es… el Padre del Guardián.
     El Padre se acerco a un pequeño niño que se encontraba lamentando se, sentado, frente a la puerta de la iglesia “no debes de estar triste hijo… algún día… solo se paciente…” no entendía a donde iba la conversación, pero el niño seco sus lagrimas y le respondió “yo no pedí esto… y estoy dispuesto a todo. Por favor inicie de una vez…”
      El panorama volvió a cambiar, ahora me encontraba en una especia de sótano, había seis grandes piedras en forma vertical formando un hexágono y en el centro un circulo, dentro de este una estrella de seis puntas, las cuales coordinaban con cada punto abierto del hexágono. “¿El Templo del Sol?” preguntó desconcertado el niño al padre “Exactamente, estas parado sobre tierra sagrada” el niño volvió a preguntar “pero entonces… siempre lo estamos, ya que estamos bajo la iglesia…” el padre se asombro y le acaricio los cabellos “Muy bien… es por eso que esta iglesia perdura en el tiempo, al igual que yo” el niño le devolvió una sonrisa al padre, pero luego sus dudas volvieron “pero ¿cuál es el fin que me haya traído aquí?” el padre, parecía no saber que responder, cambio de expresión y dijo “No hay nada de malo en conocer… ¿sabes…? Esta es mi primera vez aquí yo recién me entro que existía aquí, y le debo mucho al Templo ya que una vez salvo mi vida... Y puede que un día salve la tuya” el padre pareció percatarse de mi presencia ya que su vista en su última palabra no era hacia el niño sino hacia mí.
     La escena comenzó a desvanecerse y otro apareció. Me encontraba en un gran cuarto lleno de camas, en una de ellas casi al fondo del cuarto, se encontraba el niño con la cabeza entre las piernas llorando “¿Por qué… por qué… por qué me hace esto?... Si yo… si yo hago todo por él, he estado con él, entonces… ¡¿Por qué me deja aquí abandonado?!” comenzaba a lamentarse el niño, pero ese lamento no se convirtió en mas tristesa, su mirada había cambiado, lo que ahora habia aparecido era la ira y el odio “Yo lo estimaba, lo quería, quería ser como él pero ahora… ahora… debo de dejar eso de lado, jugo conmigo, todos tenían razón, solo usa a los niños, y conmigo jugó peor que con un muñeco… lo debo… debo de… debo de ¡ACABAR CON ÉL!”
     Ahora me encontraba en la biblioteca junto al niño, este estaba leyendo un gran y antiguo libro llamado El Libro Del Ángel Caído “Encontré la página donde estaba la imagen de la cicatriz que me hizo, encontré el porqué no se separaba de la daga, el porqué necesitaba huérfanos, el porqué hacia esa rito, y lo mejor de todo encontré lo que quería… ¡Vencerlo!”. Recién pude darme cuenta, en este entonces él ya tenía esa cicatriz, cuando vi al padre en el Templo tenía la daga en sus manos, entendí porque tantas camas en un solo cuarto, y ahora sabía una forma de vencer… Tengo la respuesta, la tengo… pero eso quiere decir que este niño es… El Guardián…
     Rápidamente la escena cambio, tras de mi podía ver el gran cuarto lleno de camas, pero frente de mí me encontraba en un pequeño cuarto oculto delante de este. El niño se encontraba orando, en un lenguaje que no se entendía. Iba retrocediendo paso a paso hacia el cuarto oculto, y el padre cautelosamente lo seguía. Llegaron al cuarto y ambos estaban frente a frente “¡No lo hagas…!” dijo el padre pero fue tarde, el niño lo había apuñalado justamente en el sitio donde tenía su cicatriz. Ambos cayeron al suelo. Luego de unos momentos el niño había despertado y comenzó a matar a diestra y siniestra a todos los presentes, para ultimo volver acercase al padre y decirle “Padre, espero estés orgulloso de este hijo tuyo”. Volvió a coger la daga y lo apuñalé directamente al corazón “Estoy muy orgulloso de ti hijo mío…” fueron las palabras del padre. El niño comenzó a enloquecer y terminó la escena diciendo “yo me convertiré en… ¡DIOS!”

     Había vuelto al despacho del Padre, donde estaban Mary, Javier y Sergio. Mi cuerpo seguía sin responder. Mary, derramando lágrimas, se acerco a mí y con una gran bofetada que me dio dijo “¡Despierta…! Solo tienes 5 minutos… por favor despierta” calló desvanecida. Pero la gran bofetada y sus palabras ocasionaron que mi cuerpo vuelva a obedecerme “Sé cómo detenerlo… tenemos que apresurarnos, Mary dame la daga y síganme” Mary saco rápidamente la daga que tenía en su mochila, y me la dio. Todos dejamos todo tirado, lo único importante era la daga y otro peso inútil que nos retrase era en vano. “¿Qué es lo que te paso?, ¿cómo es que sabes cómo terminar esto?, ¡no te das cuenta que estuviste más de dos horas inmóvil!” Javier quería respuestas pero era corto el tiempo, 4 minutos y todo se acababa, “El padre tenía razón, yo ya tenía la respuesta. Tenemos que llegar rápido al sótano”
     Ya llegando al sótano, tome la daga y comencé a sujetarla como si fue un crucifijo y comencé a orar, la misma oración que había realizado el Guardián cuando mató a su padre. 3 minutos, y llegamos al Templo, les pedí a Mary. Javier y Sergio que se pongan en algún rincón y que cuando pase algo grave solo corran y me abandonen…
     Me pare justo al centro de la estrella, con la daga en la mano, yo ya sabía lo que tenía que hacer, 2 minutos. La oración había finalizado, las piedras comenzaron a brillar… Alcé lentamente mi brazo con la daga en mano, y el maldito Guardián me detuvo “¡Que no se te ocurra, mocoso…!” nuevamente mi cuerpo quedo sin movimiento ni control de ni uno de los dos. Sergio se encontraba en una esquina, temblando, sin saber qué hacer, de eso se aprovecho el Guardián “Sergio… ayúdame, sabes que puedo hacer lo que tú quieras. Puedo traer a esa persona que tanto querías que este ser desagradable te arrebato, este mocoso que te hizo sentir el odio y tener sed de venganza… puedo regresarte a Lorin…”, 1 minuto, Sergio tu… es fue por eso que nos traiciono, tu no me tenias miedo, me tenias odio… Tú también te enamoraste de ella… Sergio abrió los ojos, se había quedado también paralizado luego de ver lo que sucedió.
     De una de las rocas había apareció Lorin, era ella, Sergio se asombro corrió tras ella “Te lo dije Sergio, te la puedo traer de regreso y también podrás acabar con este mocoso…” Mary y Javier trataban de hacerle reacción a Sergio, que lo que estaba viendo no era más que una ilusión “Sergio, por favor… ayuda a nuestro Guardián, hazlo por nosotros, así estaremos juntos. Nadie nos separará jamás…” comenzó a decirle Lorin, Sergio calló, no reaccionaba, no sabía, no pensaba, era un títere, se levanto y fue dando paso a paso… poco a poco acercándose a mí. Mary y Javier trataban de frenarlo pero era imposible. Se paró delante de mí, últimos segundos, tomo mi mano, donde estaba la daga, “yo también sé lo que debo de hacer ahora… gracias” bajo la daga, sin sacarla de mi mano, y me apuñaló directo al corazón. Los gritos de Mary y Javier se escucharon por todo el sótano y Lorin comenzó a desvanecerse, las rocas comenzaron a brillar a un mas y una gran explosión hizo que Mary, Javier y Sergio salgan disparados fuera del hexágono.
     Mi sangre comenzó a recorrer el camino de la estrella y cada poco de esta fue sellando el hexágono, otra luz resplandeció y luego todo se oscureció. Mary, Javier y Sergio sintieron un dolor punzante en el estomago, se fijaron y las cicatrices habían desaparecido, y luego estaba yo aún tendido, una especie de barrera prohibía el paso a mis amigos, Javier comenzó a desquitarse con Sergio por lo sucedido, pero de pronto comencé a levantarme, me retire la daga y la herida rápidamente cerro. Comenzó a salir fuego de mi mano y tuve que destruir todo el Templo. Me estaba acercando hacía donde estaban mis amigos, pero ellos con miedo en los ojos, no se podían mover. “Soy yo…” les dije y Mary rápidamente dijo “Tienes un ojo rojo… se parece a los grandes ojos rojos de él… del Guardián” sonreí y le respondí “Algunos remedios no te dan la cura, algunos suelen darte la enfermedad en sí… Vengan vamos, volvamos a casa, todo ya ha terminado…”

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 16 de junio de 2012

El Pequeño Traidor


Desde afuera no parecía una iglesia, si la veías por fuera te parecía un gran castillo antiguo. Según la pareja que nos dio alojamiento, esta iglesia está construida sobre elementos sagrados y esas cosas por el estilo.
     El Padre nos había visto sumamente agotados, nos reservó una sala donde poder descansar y luego nos alimentó. Así fue como esperamos pacientemente a que el Padre terminara sus labores del día para poder hablar con nosotros.
     Ya era de noche, el Padre recién se había desocupado, este era muy anciano y ya se le veía muy cansado. Por mas apresurados que estábamos no podíamos forzar a un anciano a dar más de lo que su cuerpo puede, por lo que tuvimos que esperar el día siguiente a la primera hora del día. Javier se encontraba muy impaciente y Mary solo trabaja de calmarlo y hacerlo dormir, mientras que a Sergio se le podía ver la preocupación en los ojos. Realmente él no era de las personas que pone en juego su vida, me imaginaba que él era de las personas que bajan la mirada y simulan hacer que no han visto nada, o eso es lo que él me hacía pensar.
     Apenas pude conciliar el sueño, estaba preocupado por lo que pasará, pero no por las mismas razones que Sergio, yo no solo estaba poniendo en juego mi vida, sino también la de mis amigos. Me parecía demasiado extraño que el Guardián no se haya presentado todo este tiempo, ya quedaba poco tiempo para que tome control total de mi cuerpo, entonces qué tanto estaba esperando. Cuando por fin pude cerrar los ojos, sentí una respiración demasiada agitada al costado mío, desperté en un instante y Sergio hiso un gesto de silencio para no despertar a Javier y Mary.
     “Sé que no confías mucho en mí” comenzó hablar Sergio con un timbre de voz muy fino “yo tampoco lo haría si fuera tu, los abandoné una vez y no puedo dejar de pensar que ustedes crean que lo haría otra vez. Sé que Javier como Mary no desconfiarían de mí ya que ellos me conoces más tiempo, pero no soy tan fuerte como ellos puedan creer que soy…” unas pequeñas gotas de lágrimas comenzaron a caer de sus ojos “Yo no soy fuerte… no soy más que un debilucho, un miedoso. Tengo miedo de morir, miedo de tropezar y no levantarme, miedo del Guardián y sobretodo tengo miedo de ti…” Trataba de darle algunas palabras de apoyo a Sergio, pero ni una sola palabra venia a mi mente en ese momento. No podía reaccionar con la confesión que estaba haciendo Sergio “Lo peor de todo es que nunca entendí porque les dije que si los acompañaría en este viaje, sabiendo que de todas maneras iba a morir…” fue cuando recién pude decir algo “No, no vamos a morir, nunca digas eso. Juntos estamos en esto y juntos saldremos…” Sergio espero pacientemente a que yo agregara algo más “y no es malo tener miedo, el miedo no es sinónimo de debilidad, algunas veces el miedo en los momentos más desesperantes te hace actuar como el más fuerte. Yo también tuve miedo cuando me enteré lo que paso realmente con Lorin, pero mira pude vencer una vez al Guardián…” Sergio corto mi dialogo burlándose y dijo “¿y eso a donde te llevo?... solo mírate ahora, dentro de poco ya no serás tú, serás el Guardián…” se alejo y fue a su cama.
     Ya de mañana, teníamos la cita con el Padre, su monaguillo nos llevó a nosotros cuatro hasta su despacho. Era un amplio cuarto, en cuya muralla detrás del escritorio del Padre estaban, si no me equivocaba, todos los que fueron Padres de esta iglesia, ya que en cada placa bajo el cuadro decían los nombre y fecha en la cual habían nacido y muerto, aparte de otra fecha donde creo que era la de su estadía en la iglesia “Muy astuto jovencito, estas en lo correcto. Todos ellos son mis ancestros, o mejor dicho los antiguos Sacerdotes de la Iglesia.” El primer cuadro había llamado mucho mi atención, él era, el padre del Guardián. Le enseñe la foto a Javier para ver si estaba en lo correcto y él asintió.
     “Ahora pequeños jóvenes, me pueden explicar ¿Por qué está él – me señalo – atado?” nos vimos las caras dudando si el Padre tenía algún conocimiento de lo que había pasado anteriormente en su iglesia y con el primer Padre. Mary no lo dudo tanto como nosotros y dijo “Él está atado porque una fuerza demoníaca quiere apoderarse de su cuerpo, hemos venido de muy lejos para que usted nos brinde su ayuda” muy astuta Mary, dar una información totalmente verdadera sin dar todos los detalles. “Jovencita ¿Qué podría hacer un simple anciano que ya está a punto de reunirse con el Señor?, quisiera ayudarlos pero hacer un exorcismo para mí es demasiado” nuevamente continuo Mary la conversación “No necesitamos un exorcismo… necesitas información – el Padre se sorprendió – necesitamos que nos diga que sabe de este Padre” tomó la foto que le estaba mostrando a Javier y la dejo en el escritorio del Padre.
      Analizó la foto por unos minutos, vio la fecha en la que fue tomada y comenzó a decir “Definitivamente él es el primer Sacerdote de esta iglesia, se decía que era de un espíritu fuerte…” fue cuando me puse analizar “disculpe Padre, pero como se ve en los cuadros la estadía de este Sacerdote aquí fue larga ya que las fechas entre el primer Padre y el segundo son demasiado largas” el Padre volteó a ver “Así es, nuevamente estas en lo correcto, se decía que este Padre era de un espíritu fuerte ya que él fue el fundador de la Iglesia, que fue consagrada en 1633, de la cual sufrió muchos daños en el terremoto que hubo en el año 1650 y fue este Padre quien sobrevivió y sin perder el tiempo ayudó a la reconstrucción de esta misma, la cual fue terminada en 1680.” Algo era raro en todo esto, como… no podía concordar todo esto “¿de donde podía sacar tanta fuerza? Son 47 años desde la consagración de la iglesia hasta su reconstrucción, no creo que él haya sido padre a penas nació, supongo que ya tendría una avanzada edad desde que llego a consagrar la iglesia, entonces ¿cómo fue capaz de ayudar a reconstruirla y cómo se le puede ver tan joven en esta foto?”, nuevamente el Padre se sorprendió “Nunca había hablado con un muchachito tan astuto como tú – mi vista comenzaba a sentirse pesada y veía algo borroso – Si hay una historia… como deberían de saber esta iglesia está construida sobre un templo, el Templo del Sol, suelen llamarlo – comenzaba a sentir que mi cuerpo estaba ardiendo – Ese día del terremoto, se decía que el Padre volvió a rescatar a todos los niños que quedaron atrapados, y casi lo logró, porque no pudo con todos, uno de todos los niños  que se quedaron dentro, quien era su monaguillo, este fue el único que falleció – ya no podía soportar más el dolor Mary y Javier notaron lo que estaba pasando y trataron de calmarme – El padre quedó dentro junto todos los escombros, cuando ya todos lo iban a dar por muerto, los restos del Templo del Sol comenzaron a brillar y a los pocos minutos salió el Padre de los escombros – mis dedos comenzaron a moverse solos y una fuerte risa escalofriante podía escucharla dentro de mí, volvió – pero este había vuelto más joven de lo que ya era. Todo el pueblo comento que fue un milagro del tiempo.... ¿algún problema, estas bien?” Cuando iba a responderle al padre, sentí una fuerte presencia detrás de mí, una respiración agitada que me dejo la piel de gallina, me quedé inmovilizado.
     Sergio estaba atrás mío con una sonrisa espelúznate y con un cuchillo en la mano “Te lo dije… no te llevo a nada” cortó las cuerdas que me ataban y ya mi cuerpo no obedecía mis órdenes, lo obedecía a él, al Guardián. Rápidamente el Guardián le quito el cuchillo a Sergio y lo tiro a un lado, luego se abalanzo contra el padre y le apunto directo al corazón “Hora de dormir pequeño narrador…”
     Solo podía ver mi cuerpo moverse por sí solo, él no era yo, maldito Guardián, este se acercó mucho más al Padre para darle otra puñalada en el corazón y pude escuchar sus últimas palabras “me alegró mucho haber conocido a un joven como tú. Ya sabes que es lo que tienes que hacer, la respuestas tu ya la has tenido…” mi brazo con el cuchillo en la mano se alzó cortándole la boca al Padre y silenciándolo para siempre…

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 9 de junio de 2012

La Iglesia de Santo Domingo


Ya estábamos, al fin, en Cuzco. Nos habíamos alojado en la casa de una joven pareja, muy humilde, quienes vivían junto a su pequeña hija, una bebe de aproximadamente 5 meses de nacida. Después de haberme desmayado fue el único lugar que mis amigos pudieron encontrar para que pueda descansar y volver a sentirme bien.
     Estaba echado en una pequeña cama, cubierto de muchas frazadas, hacía mucho frio en este departamento a diferencia de donde solía vivir. Mary y Javier se encontraban descansando al pie de la cama, pareciera que ni por un solo instante me quisieran dejar solo “que grandes amigos tengo”, mientras que Sergio se encontraba, durmiendo, tendido en un mueble a un extremo de la habitación. Aun no se habían apaciguado las aguas en nuestra relación.
     No quería interrumpirles el sueño a mis dos grandes amigos, quienes tanto se preocupaban por mí, pero fue tan alarmante mi impresión al percatarme que estaba desatado de brazos y pies, mi cuerpo estaba libre para que el Guardián haga de las suyas y pueda matar a todos los presentes. Ahora entendía por qué Mary y Javier estaban tan cerca de mí y por qué Sergio se había alejado “pequeño miedoso”.
     En el preciso instante que me percaté de estar libre, mi cuerpo hizo un movimiento involuntario, el cual despertó a Javier. Él, con una gran habilidad de despertar con el más leve movimiento, despertó y tomó el cuchillo que tenía al costado suyo. Javier me apunto con el cuchillo directo al pecho y preguntó “¿Eres tú?” asentí e hice un gesto que generalmente hacía poco para que él pueda estar seguro de quién realmente era “Disculpa, pero tengo que tomar precauciones…” Mary, quién ya se había despertado, se rió de la última palabra dicha por mi amigo, ya que ella solía ser la más precavida de todo el grupo. Entendía perfectamente las razones de Javier, ya que al fin y al cavo sus vidas estaban en peligro junto a mí.
     A la mañana siguiente, agradecimos la hospitalidad de la joven pareja y salimos a buscar la iglesia. Para nuestra suerte la pareja conocía muy bien donde quedaba esta iglesia. Nos dieron un pequeño mapa para no perdernos, aunque ellos habían comentaron que iba a ser en vano el mapa, ya que desde lejos se notaba perfectamente esta iglesia. Eran otras seis horas de viaje, caminando, ya que nuestro presupuesto se había acabado y no podíamos recibir dinero ajeno por muy cortés que fuese.
      El viaje duro mucho más de lo que habíamos calculado, estábamos cansados a Mary pareció chocarle el cambio de clima, ya que tenía síntomas de malestares, mientras que su amado, Javier, la apoyaba dándole su hombro para poder apoyarse. Como nunca, Sergio estuvo todo el viaje cerca de mí y era raro que este callado y que no se esté quejando del cansancio y del aburrimiento.
     Y finalmente era verdad, la joven pareja no nos mentira. Aunque nos encontrábamos lejos, con solo alzar la vista podíamos ver lo que ellos nos habían dicho. Todos apreciamos la gran torre, formada por una base carente de todo adorno que sostiene un campanario vestido de columnas corintias retorcidas.

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 2 de junio de 2012

El Largo Viaje

El viaje iba a ser largo, solo contábamos con unos doscientos soles. Mary había previsto que este dinero nos alcanzaba hasta llegar a Huancavelica, por lo que luego deberías de sobrevivir por nuestros propios recursos hasta llegar al sitio indicado.
     Era incomodo tener que viajar amordazado, no podía estirarme, no podía taparme la boca al bostezar, no podía ir al baño solo, y lo que era peor no podía comer. La comida me la daba Mary en la boca, cosa que no le gustaba mucho a Javier, y Sergio se burlaba de la situación. Fue fácil para Javier y Mary perdonar a Sergio, pero yo, no podía, sentía que Sergio tenía algún problema conmigo, alguno de sus comentarios eran cortantes así como sus expresiones.
     Luego de horas de estar sentados en un largo viaje en carro, caminamos hasta un largo donde podamos sacar las bolsas de dormir y descansar un momento. Luego de unas horas de caminata, nos encontramos una especia de selva donde el suelo era fértil y plano, por lo que decidimos establecernos ahí.
     Fue otra cena incomoda, donde a vista de su eterno enamorado Mary tenía que alimentarme, solo por la seguridad de todos. Sergio se encargaba de hacer molestar a Javier mucho más de lo que ya estaba con algunas bromas de muy poco gusto.
     Llegado de el momento de dormir, Mary y Javier se fuero por un lado y Sergio prefirió alejarse de mí, mientras que yo me quede consolando la fogata hasta que esta se apagara.
     Ya casi por apagarse la fogata esta se volvió a encender, era tan grande la intensidad del fuego que me sentía estar quemándome. Del fuego apareció el Guardián tomándome fuertemente del cuello para que no pueda respirar y así no pueda dar alerta a los demás, quienes ya se encontraban dormidos. Haciendo un gesto para que guarde silencio, preguntó “¿qué es lo que tienen planeado, mocos?”. Ya no estaba apretando tanto mi cuello, estaba esperando una respuesta “Nosotros te vamos a borrar de este mundo, vamos hacer que vuelvas a donde perteneces…” me volvió a apretar el cuello y sonrió “¿de dónde creen que vengo?” su sonrisa se hizo mas gran, parecía saber la respuesta pero quería que yo se la dijera “¡te vamos a regresar al infierno, maldito demonio!” su risa resonó varios segundo por mis oídos “Tienes agallas mocoso, pero te estás quedando sin tiempo… dentro de poco tu cuerpo será mío – rió – dicen que el que ríe al último ríe mejor – me tiro un fuerte golpe al estomago dejándome tirado en el suelo retorciéndome – pero el que actúa primer terminar mejor…” se desvaneció junto al fuego con una tenebrosa sonrisa.
     “Por fin despertaste, vamos debemos de apurarnos. Ya hemos alistado todo, te estábamos esperando a ti” hablaba Mary mientras recogía las ultimas cosas tiradas para poder partir. Javier y Sergio me ayudaron a levantarme y guardar mis cosas para seguir la rutina otra vez.
     Preferí dejar en secreto lo que había pasado esa noche, no quería preocupar más de lo que ya estaban a mis amigos. En los días que pasaron nada extraño había sucedido, todo era normal y tranquilo, fue una larga caminata y poco tiempo de descanso.
     Ahora más que nada no había tiempo para descansar, ya nos encontrábamos en Cusco por fin habíamos llegado. Era ahora donde el suceso anterior me vino como un flashback a penas pisé tierra cusqueña y solo pude recordar que me quedaban tres días… caí desmayado.

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 19 de mayo de 2012

Un Visitante Inesperado


Luego de que Javier nos contara su historia, a Mary y a mí, ya teníamos el lugar indicado al cual acudir, donde si o si encontraríamos una respuesta. Nos dirigíamos a Cusco…
     Ya estábamos listos para partir. Mary había preparado una maleta llena de alimentos y con algunas cobijas, ya que eso era lo indispensable para poder sobrevivir. Javier, algo recuperado, se tomo cargo de las medidas de seguridad, en pocas palabras de mí. Habían atado mis manos y brazos y me pusieron una gran chompa para que no se notara las cuerdas y no parezca extraño que dos jóvenes viajen con otro que esta amordazado.
     Luego de revisar todo como tres veces, ya estábamos listos, según Mary. Muy caballerosamente Javier abrió la puerta para que Mary, con la maleta en la espalda, pueda salir. Lo que ni Javier y yo se esperaba, era la reacción que tubo Mary al poder ver tras la puerta.
     Mary se había quedado como estatua parada frente a la puerta sin poder creer lo que estaba viendo. A los pocos segundos volvió en sí, rápidamente, con lagrimas en los ojos, corrió a abrazar a la persona que se encontraba parada pasando el umbral. “¡SERGIO…!” grito entusiasmando.
     No me acordaba que el chico que estaba parado frente a la puerta dudando si tocar o no tocar era uno de los chicos que nos dio la espalda hace tiempo y prefirió hacer otra vida fuera de nosotros. Parece que Mary lo dudo un momento pero sus sentimientos fueron más fuertes que olvido todo lo pasado y solo fue a abrazarlo. Javier seguía parado junto a la puerta sin creer lo que veía, los miraba a Mary y Sergio y luego me miraba a mí, él tampoco sabía que pensar.
     Retrasamos el viaje unas horas y dejamos pasar a Sergio para que nos dé una explicación, o mejor dicho para que nos cuente que estuvo haciendo, como había estado y porque había vuelto.
     “Me siento muy apenado por todo lo que paso, lamento haberlos abandonado en un tiempo donde me necesitaban – las lágrimas no le tardaron en aparecer, tal parece que estaba hablando con toda sinceridad – no viví una buena vida esta tiempo que estuve lejos de ustedes, por ahora no les puedo contar lo que pase pero… – se le apago la voz, Mary muy precavida le había servido un vaso con agua para que no se le secara la garganta al hablar – estoy aquí porque… – comenzó a temblar, Javier no parecía muy convencido se encontraba algo serio y solo trataba de escuchar lo que le parecía importante – estoy aquí porque presiento que ustedes van hacer algo para acabar con él – todos nos sorprendimos, a Mary se le cayó el vaso de agua que estaba sosteniendo. Todos, sin excepción, sabíamos a quien se refería pero… ¿cómo él supo eso? – ¿es… es verdad? – insistió, algo ya interesado Javier asintió – enton….”
     Esta conversación fue corta pero muy nociva, Sergio no se fue con mucho relleno y trato de ir directo a lo que quería, aun me quedaba la duda de cómo él sabía, en ese momento Javier corto su conversación y preguntó “¿Cómo estas enterado de esto?” mirándolo fríamente a los ojos esperaba su respuesta “Hace un par de semanas que tengo pesadillas con él – Javier hiso un mohín, a lo que Sergio sin hacerle caso continuó – en una de estas pesadillas aparecieron ustedes, Mary y Javier – fijo su mirada conforme prenunció los nombres – habían sido atacados por él – me señalo con su dedo – creí que era mentira pero el sueño era continuo, los veía sufriendo – Mary y Javier se miraron las caras, Sergio había visto lo que pasó ese día – vine para ver como estaban, pero al ver por la ventana los vi junto a él – volvió a señalarme – como si nada hubiera pasado – el Guardián me esta destrozando los sueños, no deja de torturarme en estos, ya casi no puedo dormir – se le notaba por su piel blanca las grandes ojeras que tenía por las noches desveladas que habría pasado – es por eso que intuí que ustedes tenían un plan o algo parecido…”
     La mirada de Javier había cambiado, Mary no dejaba de verme. Estaba quedando yo como el malo de la película, pero inteligentemente Javier espero un momento a que Sergio vuelva hablar para saber la razón por la que yo los había atacado. Luego de un tiempo Javier me giño el ojo y hablo “Es verdad lo que dices, nos atacó pero el que nos ataco fue el Guardián, que por un error mío esta dentro de él. Justo nos dirigíamos al lugar de su origen, donde estamos en la certeza que de encontraremos una respuesta, y esta nos pueda llevar a su destrucción… – dejo de hablar y espero a ver qué pasaba o si Sergio agregaba algo mas, pero lo único que se pudo ver era el cambio de mirada de Sergio, se había secado las lágrimas y su mirada era de confianza – así que ahora te vuelvo a preguntar… ¿Vienes con nosotros?”.
     “Estaré con ustedes lo que resta de mi vida…”

(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)

sábado, 5 de mayo de 2012

El Primer Niño


Pasó mucho tiempo para que Javier pueda recuperarse, no a su cien por ciento, pero si lo suficiente para poder caminar junto a nosotros. Hace mucho tiempo, en esos tiempos donde aún vivía con mi familia y toda la historia de este Guardián estaban muy lejos de mí. Una desesperada familia llena de deudas, compromisos y sin ningún trabajo con que sustentar su convivencia, decidió dejar a su pequeño hijo con un monje no muy conocido en el vecindario, pero este les había prometido que su hijo tendría de todo: un hogar, un estudio, un trabajo, una mejor vida de la que sus padres le podrían dar. Este niño era Javier…
     Javier fue el primero niño en aparecer en la lista de niños secuestrados y explotados de este guardián. Sus padres lo dejaron, no porque ellos quisieras, ellos lo querían y querían lo mejor para él, lo que no esperaban era que este monje no era más que una mentira y que solo jugaba con la desesperación de estos padres.
     Este niño fue tratado como rey el primer mes. En ese tiempo el Guardián si formaba parte de una iglesia y tenía que dar el ejemplo a los ciudadanos, y claro sin perder la oportunidad de que los padres le tengan respeto y confianza. Los padres de Javier iban todo hasta el mínimo minuto que el día les daba, cada vez su economía iba de mal en peor. Javier se sentía mal cada vez que sus padres iban a buscarlos, porque siempre que ellos iban algo les había pasado.
     En el rato libre que Javier tenía, mayormente los sábados y domingo, donde el Guardián iba a la iglesia a colaborar en las misas, él recorría la casa de extremo a extremo, una curiosidad, que como en todo niño es normal. Se dio cuenta que uno de los escalones de la escalera trasera estaba flojo, lo palpito con algunos golpes y se escuchaba un gran eco resonando dentro. Se había quedado algo dudoso con el porqué de esto, trato de bajar y subir las escaleras corriendo. Fue en una baja donde creyó tropezar con sus pasadores y en el centro fueron dos escalones que se alzaron dejando a la vista una escalera oculta.
     Sin dudarlo dos vez, Javier se levanto y bajo por la nueva escalera. Ahora se encontraba en un pequeño cuarto, le pareció repugnante ver todo lo que había, este Guardián no solo experimentaba con humanos sino también con animales, encontraba partes tanto de personas como animales en frascos. Trató de ignorar todo eso y avanzo hacía el escritorio, en uno de los cajones encontró un álbum de fotos. Una de las tantas fotos que había le llamo la atención, una foto en blanco y negro muy antigua, en la cual solo aparecía un monje y su monaguillo saludando a la cámara y detrás de ellos una gran iglesia. Este niño tenía cierta similitud al guardián pero al ver lo que estaba escrito detrás de esta, Javier se sorprendió mucho y aun más cuando el sonido exagerado de la puerta le puso los pelos de punto. Rápidamente tomó la foto y se la guardo, trató de dejar todo tal y como estaba y salió a abrir la puerta.
     Fue otra la sorpresa al ver quien era la persona que tocaba. Debajo de las estrellas en el pórtico de la puerta esta tendida con grandes goles y sangrando la madre de Javier, este fue rápido en tratar de auxiliarla, pero ella se negó lo miro fijamente y dijo: “Hijo mío, escúchame por favor, tienes que huir de aquí rápido antes que vuelva – sus lágrimas se esparcían por todo su rostro, su desesperación de vez en cuando hacía que ella olvide tomar aire, Javier estaba helado sin saber qué hacer y que había pasado – Tu padre falleció, él lo asesinó se cansó de nosotros, pude huir en uno de sus descuidos para poder advertirte” Le comenzaron a brotar las lagrimas a Javier, el sufrimiento de su madre y su preocupación le habían chocado. Luego de un largo silencio, teniendo a su madre en los brazos agonizando y con problemas al respirar, Javier trató de decir algo pero fue muy tarde, se demoró.
     La persona de la que su madre hablaba había llegado. Javier vio que su mamá estaba sangrando aun más. Una gran puñalada por la espalda acababa de recibir, una persona tras de ella, quién vestía un hábito y ocultaba su rostro en la sombra, había clavado un gran cuchillo en la espalda de ella, este cuchillo chocó con sus pulmones y su vida se apagó sin poder lograr su cometido y sin poder escuchar las últimas palabras que su pequeño hijo le iba a decir.

     Javier nos enseñó, a Mary y a mí, la foto que tenía guardada desde hace mucho tiempo, los dos nos sorprendimos al ver lo que decía al reverso de la foto pero ya teníamos algo y ya sabíamos algo más. Ese era el sitio donde teníamos que ir, ahí fueron los comienzos del Guardián y es ahí donde por fin acabaremos con él.
     Detrás de la foto estaba escrito: “Iglesia de Santo Domingo – Cusco. 1696. Mi Padre y yo”


(Esta historia es ficción, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia)